Alfonso Fernández, clérigo capellán de la iglesia de San Juan, de Sevilla, cofrade y prioste de la cofradía de San Bernardo, en nombre de la dicha cofradía, arrienda a Pedro Díaz, borlador, y a Catalina Alfón, su mujer, vecinos de Sevilla en la collación de San Andrés, unas casas de los cofrades en esta dicha collación, lindantes con casas de los arrendatarios y con casas de Leonor Méndez, obligándose la dicha cofradia a celebrar cada año la fiesta de la Concepción de la Virgen María en la iglesia de San Juan o en el Hospital de San Bernardo. Estas casas se arriendan por precio de 10 mrs. Anuales, por sus vidas, a pagar a fin de cada año so pena de 2 mrs. Por cada dia de retraso, con ciertas condiciones. Pasó ante Juan Alfón, escribano público de Sevilla.