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Instituciones productoras de los documentos
Entidad colectiva

Ayuntamiento de Palomares del Río

  • ES.41278.AUT0054
  • Entidad colectiva
  • 1923

El actual núcleo poblacional nació en tiempos de la dominación musulmana. En este periodo, surgieron numerosas alquerías en la zona, llamada por los árabes “Al-Rauz”, que significa “el jardín”. Tras la reconquista comenzó el reparto de tierras y la repoblación, efectuada por habitantes procedentes de Cantabria, País Vasco y Galicia, que llegaron por la Ruta de la Plata. La población no conoció una evolución especial hasta el siglo XVI. A partir de esta fecha fue prosperando gracias sobre todo a su privilegiada ubicación junto al río y su cercanía a Sevilla. El siglo XVIII fue un periodo de crecimiento económico en toda la zona, del que también disfrutó, gracias a las nuevas explotaciones agrícolas.

Ayuntamiento de Badolatosa

  • ES.41208.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1813

Conquistada por Fernando III en 1240 y encomendada a la Orden de Santiago hasta que en 1559, es vendida a Adam Centurión, marqués de Laula, cuyo hijo, Marcos Centurión, general de la mar, será primer marqués de Estepa, por la concesión de dicho título hecha por Felipe II en 1562. Pertenecerá al marquesado de Estepa,hasta la abolición de los señoríos por los decretos de las Cortes deCádiz de 1812. Badolatosa levanta su primer acta capitular, como municipio independiente de Estepa, el 19 de abril de 1813.En el año 2000 se terminó de construir una nueva casa consistorial.

Ayuntamiento de El Castillo de las Guardas

  • ES.41230.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1813

Los hallazgos arqueológicos parecen demostrar que el actual núcleo de El Castillo de las Guardas no fue poblado hasta los tiempos bajomedievales.En 1652, Felipe IV aprobó la venta de El Castillo de las Guardas a sus vecinos, de acuerdo con las fórmulas de la época, con su jurisdicción civil y criminal. Sevilla no estuvo conforme con la compra de la jurisdicción por parte de El Castillo y puso pleito a la nueva villa, que salió vencedora.El convulsivo siglo XIX significa para la localidad la pérdida, por venta, de todas sus tierras comunales y la incorporación de la minería a sus tradicionales modos de vida, sector desaparecido completamente en las últimas décadas del siglo pasado.

Ayuntamiento de Villanueva del Ariscal

  • Es.41297.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1834

En estas tierras se constata la presencia del hombre desde tiempos remotos, aunque los vestigios arqueológicos más importantes son de época romana. Los árabes fundan una alquería agrícola (Talastar) que poco a poco adquiere mayor importancia. Cuando los cristianos conquistan este territorio en 1248, el rey Fernando III el Santo (en el Repartamiento de Sevilla) se lo concede a la Orden Militar de Santiago. Durante el reinado de Alfonso X el Sabio, la población es denominada Villanueva Aliscar. El primer documento escrito como testimonio de Villanueva, data de 1253. El 28 de febrero de 1253 Alfonso X el Sabio dona a Don Pelay Pérez Correa, maestre de la Orden de Santiago, y a su Orden, la aldea de Villanueva del Aliscar con todas sus pertenencias, salvo losmolinos de aceite que se reservaba el rey, bajo cuyo señorío estuvo hasta el año 1537. El 5 de noviembre de 1334 es la fecha del segundo documento, en orden de antigüedad, que se conserva referente a Villanueva. Mediante este documento descubrimos que el maestre, que por entonces regía la Orden de Santiago Vasco Rodriguez, había cedido la aldea de Villanueva a Doña Elvira, esposa de Don Alfonso Cofre Tenorio, almirante mayor de la mar en el reino castellano, habiéndoselo entregado con todos sus derechos y rentas a cambio de que Doña Elvira poblase la villa con labradores. La cesión se hizo bajo la condició de que , una vez efectuada la repoblación, ella pudiera mantener el señorio del lugar durante todos los días de su vida, debiendo volver con todas las mejoras introducidas en ese tiempo al dominio señorial de la Orden de Santiago una vez que Doña Elvira falleciese. A finales del siglo XIV la Orden de Santiago convierte Villanueva en centro administrativo y judicial de los lugares a la Orden del Aljarafe. La autoridad eclesiástica de Villanueva dependía del Priorato de San Marcos de León. El 22 de diciembre de 1537 se realiza el proceso de la venta del Señorío al Conde de Gelves, convirtiéndose en señorío. En el siglo XVII se le concede a Leonor de Portugal, vizcondesa de Torquemada, el título de Marquesa de Villanueva, que ostenta su familia hasta la abolición de los señorios en el siglo XIX. Los siglos XIX y XX son los que corresponden a los años en que Villanueva pasó a depender de la jurisdicción político-administrativa ordinaria, tanto en lo civil como en lo eclesiástico, ya que también en esta centuria dejó de pertenecer al priorto de San Marcos de León y pasó a la jurisdicción del arzobispado de Sevilla; y en ella ha permanecido incluida hasta nuestros días.

Hospital de las Cinco Llagas (1500/1844). Hospital Central (1844/1973)

  • ES.41063.ADPSE.AUT0010
  • Entidad colectiva
  • 1500/1973

El Hospital de las Cinco Llagas fue creado por Catalina de Ribera, hija del adelantado mayor de Andalucía Perafán de Ribera y de María Mendoza, condesa de los Molares, por bula del pontífice Alejandro VI de 13 de marzo de 1500 y con rentas de su patrimonio, estableciéndolo en la ciudad de Sevilla en una casa de su propiedad sita en la calle Santiago, parroquia de Santa Catalina, bajo el nombre Hospital de las Cinco Llagas de Cristo. El hospital quedaba bajo la jurisdicción directa del papado, cuyos representantes serían los priores de los monasterios de San Isidoro del Campo, de San Jerónimo de Buenavista y de Santa María de las Cuevas. Así quedaba además excluido del pago de diezmos. Clemente VI confirmaría y ampliaría la jurisdicción pontificia por bula 26 de octubre de 1524.

El hijo de la fundadora, Fadrique Henríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa y quinto adelantado de Andalucía, sostuvo y mejoró la fundación disponiendo que se construyese en memoria de su madre, y en cumplimiento de su postrera voluntad, un nuevo edificio 46.000 m² extramuros de la ciudad, frente a la puerta de la Macarena, para el que legó cuantiosos bienes. En sus respectivos testamentos instituyeron como patronos administradores perpetuos del hospital a los priores de los monasterios de San Isidoro del Campo, de Santa María de las Cuevas y de San Jerónimo de Buenavista. El patronato, interpretando la voluntad del marqués de Tarifa, adquirió los terrenos para la edificación, y designó al maestro mayor del obispado de Cádiz, Francisco Rodríguez Cumplido, quien, tras visitar los mejores hospitales de España y Portugal, presentó, entre otros, los diseños de los hospitales de Lisboa y Santiago de Compostela, además de un proyecto propio para el concurso, en el que, para la elección del proyecto fueron oídos Pedro Machuca; Hernán Ruiz; Juan Sánchez; Gaspar de Vega y otros. No consta cuál fue el proyecto elegido, pero se advierte en lo construido mucha semejanza con el que presentó Martín Gainza.

Las obras comenzaron bajo la dirección de Gainza, en 1545 e intervinieron en la construcción, sucesivamente los maestros Martín de Valarrien, Hernán Ruiz, el arquitecto italiano Benvenuto, al servicio del duque de Alba; Francisco Sánchez, Alonso de Maeda y Marcos Pérez. El edificio estaría emplazado en la ronda de la población, al norte de la ciudad, en el barrio de la Macarena y frente a la puerta de este nombre.

En 1559 se inauguró la sala destinada a mujeres y se trasladaron ya algunos de los servicios, vendiéndose el edificio de la calle Santiago a la hermandad de médicos del Hospital de San Cosme y San Damián (de las bubas), que se trasladaría allí en 1573 dejando su anterior ubicación en el Salvador. hasta La construcción continuó con edificación de la iglesia del Hospital sobre plano encargado a Hernán Ruiz. El patronato costeó la traída de aguas de un abundante manantial que había en la Huerta de la Albarrana, cerca de Miraflores, desde donde partiría un acueducto que terminaba en la huerta del Hospital.

En el transcurso de los años fueron numerosas las reformas realizadas en el Hospital de las Cinco Llagas. La mayoría de ellas se debió a la caridad de los sevillanos y a la gestión de las juntas administrativas del establecimiento, dándose preferencia a las obras de higienización del edificio. La fundación fue sucesivamente ampliada por otros bienhechores y por la agregación de otros hospitales de la ciudad. Por cláusula fundacional estaba gobernado por una junta que ejerció sus funciones hasta su supresión en 1837. Contaba con un administrador, un secretario, un mayordomo y un capellán, apoyado éste desde 1606 por un cura semanero. Quienes ostentaban estos cargos debían ser clérigos y el secretario tenía que ostentar la condición de notario apostólico.

Llegó a ser uno de los hospitales más grandes de Europa y prestó una gran labor asistencial y sanitaria, sobre todo en época de epidemias, ya que pronto dejó de ser exclusivamente para mujeres y se convirtió en un hospital general.

El hospital mantuvo estrecha vinculación con el Hospital de San Hermenegildo, o del Cardenal, también bajo juridicción pontificia y en la misma ciudad, con el que compartía incluso parte de su personal, como clérigos, médicos o sirvientes.

Estuvo en manos privadas hasta la desamortización de Mendizábal en 1837, en que pasó a depender de las diferentes juntas municipales y provinciales de beneficencia.

Al llevarse a cabo en 1837 la llamada centralización, se reunieron en el Hospital de las Cinco Llagas los del Amor de Dios, del Espíritu Santo, (en los cuales habían sido refundidos en 1587 setenta y seis hospitales, con bula de los pontífices Inocencio VII y Pío V), del Cardenal y de los Inocentes . Desde entonces el Hospital de las Cinco Llagas se le conoció también con el nombre de Hospital Central. Sin embargo, el definitivo arreglo de la centralización no tuvo efecto hasta el año 1844, en que se dotó al hospital del personal necesario, del reglamento y del sistema de contabilidad.

A raiz de esta centralización la hospitalidad provincial de Sevilla se dividió en cuatro grandes departamentos:

1- Central: Que lo constituía el Hospital de las Cinco Llagas, destinado a la asistencia de los pobres enfermos, de ambos sexos, además del departamento de dementes para los individuos que padecían enajenación mental (entre ellos, los procedentes del antiguo hospital de los Inocentes)

2- Mujeres impedidas: El Hospital del Santísimo Cristo de los Dolores, conocido como el Pozo Santo

3- Hospital de San Lázaro que acogía a los enfermos leprosos y de elefantiasis, de ambos sexos.

4- Manicomio de Miraflores

En 1848 fueron creadas las juntas administrativas de los establecimientos de beneficencia y a ellas se entregó el gobierno del mencionado hospital hasta que en 1854 se puso a cargo de la junta provincial de beneficencia conforme a los dispuesto en la ley general de 20 de junio de 1849 y el reglamento para su ejecución de 14 de mayo de 1852, en cuyo artículo 3 se definen como establecimientos provinciales de beneficencia "todos aquellos que tienen por objeto el alivio de la humanidad doliente en enfermedades comunes; la admisión de menesterosos incapaces de un trabajo personal que sea suficiente para proveer a su subsistencia, el amparo y la educación, hasta el punto en que puedan vivir por sí propios, de los que carecen de la protección de su familia?. La finalidad del Hospital fue atender tanto a los enfermos curables como los que se consideraban incurables, de ambos sexos.

A raíz del convenio celebrado el 13 de noviembre de 1852, sancionado por real orden comunicada por el Ministerio de la Gobernación de 13 de mayo de 1853, se produjo la ocupación de una parte del hospital por los enfermos militares, quedándoles asignado además el usufructo del local. La administración de la hospitalidad provincial protestó del referido convenio solicitando sin éxito su nulidad.

El real decreto de 17 de diciembre de 1868 modifica las competencias de la administración provincial en lo relativo a la beneficencia considerándola como uno de los servicios propios de las diputaciones y haciendo innecesaria la continuación de las juntas provinciales, de quien dependían las administrativas de los establecimientos. Este régimen continuó hasta el año 1886, desde cuya fecha la Diputación administraría directamente el Hospital de las Cinco Llagas. Se convirtió así en un hospital médico quirúrgico de ámbito provincial que estuvo funcionando como tal hasta 1972, cuando el estado de ruina del edificio obliga a trasladar los servicios y a los pacientes al nuevo "Hospital Universitario de San Pablo", habilitado en un complejo de la antigua base militar norteamericana en Sevilla e inaugurado en junio de este año, que estaría en funcionamiento hasta la inauguración, en 1974, Hospital Clínico de la Facultad de Medicina, actual Hospital Universitario Virgen Macarena, que sería el auténtico sucesor del antiguo Hospital de las Cinco Llagas.

Ayuntamiento de Aznalcázar

  • ES.41206.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1813

El origen del municipio se encuentra en el repartimiento de Sevilla de 1253, por el cual el rey Alfonso X dona al cabildo de la Iglesia catedral de Sevilla, entre otras tierras del Aljarafe sevillano, la villa de "Faznalcázar".
La Constitución de 1812 pone fin al sistema concejil y da paso al Ayuntamiento Constitucional, aunque este cambio no será efectivo hasta la proclamación del Estatuto Real de 1834, tras el breve paréntesis iniciado en 1820 con el Pronunciamiento de Riego. En el nuevo sistema, el único alcalde es elegido mediante sufragio directo y restringido.
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Ayuntamiento de Benacazón

  • ES.41209.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1813

En el repartimiento de Sevilla, en 1253, Fernando III el Santo dio Benacazón a doña Mayor Arias y al obispo don Remondo. Durante el reinado de Alfonso X, pasó a los Portocarrero, herederos de doña Mayor. En 1419 se convierte en villa y son los primeros señores de Benacazón, don Luis Méndez de Portocarrero y su mujer doña María de Ribera. El señorío pasó a mitad del siglo XVI a la familia de los Pantoja que lo mantuvo en su poder hasta la abolición de los señoríos a comienzos del siglo XIX. Durante el reinado de José I los vecinos del pueblo se negaron a ocupar cargos y colaborar con los gobernantes de dicho rey.

Ayuntamiento de Pedrera

  • ES.41280.AUT0056
  • Entidad colectiva
  • 1813

En los tiempos de la dominación árabe la villa era una aldea o alquería uniéndose a Estepa, como anejo, en la Reconquista. El nombre de Pedrera se debe a que, en tiempos medievales, la villa se convirtió en una suministradora de balas de piedra para aquellos primeros cañones de artillería que usaban munición de piedra, alcanzando un renombre en esta materia por la excelente calidad de las canteras pedrereñas, que se dedicaron a la elaboración de estos proyectiles. Otra versión conocida es que para la restauración del castillo de Estepa y para la construcción de la calzada que llevaba de Estepa a Sevilla se pusieron en explotación las canteras de Pedrera para sacar el material necesario. De aquí pudo surgir el actual nombre de este municipio de la sierra sur sevillana.   En 1557, Pedrera obtuvo el privilegio real para poderse constituir como ayuntamiento propio, independizándose de Estepa, y pasando a ser villa. A principios del siglo XIX, al suprimirse los señoríos jurisdiccionales, dejó de pertenecer al Marquesado de Estepa, convirtiéndose en Ayuntamiento Constitucional.

Ayuntamiento de Umbrete

  • ES.41292.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1834

Según algunos autores, como Serrano Ortega, parece ser que el sitio geográfico que hoy ocupa Umbrete pudiera haber sido la antigua OSCA, de fundación turdetana. También hay constancia de su etapa romana que debió ser floreciente, habiéndose acuñado moneda autónoma. La actual villa pudiera tener su origen en la época de dominación musulmana como importante alquería, denominada OMBRET.El avance castellano bajo medieval pasaba por la conquista del valle del Guadalquivir. Una vez que ésta tuvo lugar, su hijo Alfonso X “el sabio”, sobre el año 1261 cede Umbrete, al Cabildo Eclesiástico y al Arzobispo hispalense Don Remondo a cambio de 3.000 maravedíes de juro sobre las rentas reales de Tejada, Aznalcázar y Sanlúcar la Mayor. Sin embargo, esta donación quedó en suspenso por conflictos debido a la cotitularidad del Arzobispado y el Cabildo. Un año después , celebrada la concordia entre Don Remondo y el cabildo, Umbrete quedó en manos del arzobispo. Los benimerines asolaron el Aljarafe por lo que Umbrete hubo de ser repoblada de nuevo por “carta de población” que otorgó el arzobispo Don Fernando II Gutiérrez de Tello. Los primeros pobladores fueron doce hombres a los que se le encargó que poblasen su aldea y que plantasen viñas y encinares. Los pobladores debían dar al Arzobispo la novena parte libre de toda costa. Durante el siglo XV la iglesia de Sevilla tiene pleno dominio sobre Umbrete. La llegada a la mitra hispalense del arzobispo D. Luis Salcedo y Azcona tuvo implorantes repercusiones en la localidad. Bajo sus auspicios se construyen la Iglesia Ntra. Sra. de Consolación y se reforma el Palacio arzobispal, que se convirtió en la segunda residencia de los arzobispos hispalenses sobre todo en verano. Tras la desamortización de los bienes eclesiásticos el arzobispado pierde el dominio sobre Umbrete aunque conservas la titularidad del Palacio

Ayuntamiento de Villamanrique de la Condesa

  • Es.41295.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1834

En 10 de junio de 1253 fue concedida la villa por Alfonso X el sabio a Pelay Correa, maestre de la orden de Santiago, con algunos heredamientos para veinte monteros reales (que constituirían el llamado Barrio de los Monteros). Por las mismas fechas Íñigo López de Horozco adquiriría en el término una extensa propiedad, que tras repoblarla daría origen a la aldea de Gatos.En 1399, Juan Sánchez, contador mayor del rey, adquiere del arzobispado de Sevilla las aldeas de Chilla y Gatos, uniéndolas con el núcleo principal.En 1539, Carlos I obtiene de Clemente VII unas bulas autorizando la separación de la encomienda de Mures de las propiedades de la orden, y permitiendo su venta a Francisco de Zúñiga y Guzmán, duque de Béjar.A mediados del s. XVI las posesiones pasan a Álvaro Manrique de Zúñiga, el constructor del palacio terminado en 1577, para quien crearía Felipe II el marquesado de Villamanrique cambiando la localidad su antigua denominación de Mures por la de 'Villamanrique de Zúñiga'. El nombramiento del marqués como virrey de Nueva España le traslada a México en 1585. El título, el palacio y las posesiones de los Zúñiga pasarían al conde de Altamira, siendo incautados durante la ocupación napoleónica para el patrimonio del estado (13 de marzo de 1810) y devueltos al marquesado en 1813, tras el retorno de Fernando VII, pero la supresión del régimen señorial del municipio, al igual que en toda España, permanece, manteniéndose el régimen de Ayuntamiento inaugurado por la Constitución de 1812, aunque el cambio a Ayuntamiento Constitucional, no será efectivo hasta la proclamación del Estatuto Real de 1834, tras el breve paréntesis iniciado en 1820 con el pronunciamiento de Riego. En el nuevo sistema, el único alcalde es elegido mediante sufragio directo y restringido.En 1841 tiene lugar una amplia enajenación de bienes por parte del conde de Altamira, entre otros el edificio de la actual casa consistorial, adquirido por el Ayuntamiento a tal efecto. En 1850 el conde de Altamira vende al duque de Montpensier la casa palacio y la dehesa de Gatos, volviendo a venderse ésta, junto a la casa molino, en 1877 a Luís Felipe Alberto de Orleans, conde de París, familia que detentaría las posesiones de Villamanrique hasta su paso a manos de la infanta Esperanza de Borbón, princesa de Orleans Braganza, volviendo a renombrarse la localidad, ésta vez como 'Villamanrique de la Condesa', denominación oficial desde junio de 1916 en que tuvo lugar dicho cambio en honor de Isabel Francisca de Orleans y Borbón, condesa de París.

Ayuntamiento de Casariche

  • ES.41219.AUT0017
  • Entidad colectiva
  • 1813

Abundan en el término de Casariche restos romanos, ya que encontramos dos ciudades ocupando este territorio: Ventippo y Oningi. Ventippo situada en la margen derecha del río Yegüas, a unos tres kilómetros de la actual Casariche, fue conquistada por Julio César en el año 45 a. c. Han aparecido importantes restos como lápidas, cerámicas, monedas, mosaicos. El mosaico más importante es el que representa “El juicio de Paris”, expuesto actualmente en el Museo Arquológico de Sevilla.En el año 1240 Domingo Muñoz, señor de Heliche bajo las órdenes de Fernando III el Santo, conquista estas tierras a los moros para la causa castellana. Durante más de doscientos años, el río Yegüas fue frontera entre castilla y Granada, y durante este tiempo de paz más o menos duradera surge Kaza-lich, Casa de Heliche, Casariche.En 1559, Felipe II vende estos terrenos a Adam Centurión,marqués de Laula, cuyo hijo, don Marcos Centurión será primer marqués de Estepa. Pertenecerá al marquesado de Estepa, hasta 1751. En 1788 ya se había constituído el ayuntamiento y en 1851, el pueblo tenía categoría de villa.

Ayuntamiento de Aznalcóllar

  • ES.41207.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1813

La población pasó a formar parte del reino castellano a raíz de su conquista en 1247 por las tropas de Fernando III. Mientras los reyes cristianos se dedicaban a avecindar en la capital una población nueva, adjudicándoles las casas y haciendas de los musulmanes, eximiendo de tributos y volviendo a hacer una Sevilla populosa y fuerte, Aznalcóllar y los pueblos de su entorno comenzaban un lento caminar para asentar en sus tierras nuevos pobladores. De la Edad Media se conservan los restos de una fortificación islámica, en la parte elevada de la población. La presencia del castillo está íntimamente ligado al problema del bandolerismo de la zona: el amurallamiento de la villa serviría en época cristiana para proteger contra quienes atentaban al libre tránsito de personas o caminantes; los usuarios de estos caminos o calzadas harían alto en su descenso de la sierra en el castillo, el cual ejercería un control fiscal materializado en el cobro de diezmos o rentas de paso de mercancías y ganado.
Entre los siglos XV y XVII la estructura de la propiedad del suelo siguió conservando las mismas características que en la época medieval y, en esta época, los integrantes del Concejo de Aznalcóllar eran nombrados por regidores que tenían su sede en la ciudad hispalense, pues existía una dependencia jurisdiccional del Cabildo de dicha ciudad. Esta dependencia continuó observándose a lo largo de toda la modernidad, sobre todo en el aspecto legislativo, económico o bien judicial.
Aznalcóllar siguió manteniendo su estructura hasta los grandes cambios producidos en el siglo XIX. Aznalcóllar comienza a alejarse cada vez más del progreso, máxime cuando Carlos III crea numerosas poblaciones nuevas en Sierra Morena, asentando un nuevo Camino Real desde Madrid a Sevilla, por Despeñaperros, desplazando a la tradicional ruta extremeña “Vía de la Plata”, junto a la cual se asienta Aznalcóllar.Tras la restauración de Fernando VII, se produjo una violenta reacción política. Aznalcóllar, lejos de los centros industriales y de decisión política, seguiría sumida en su dinámica agraria y minera.

Ayuntamiento de Los Corrales

  • ES.41266.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1802

En su término municipal se han encontrado importantes restos, localizados sobre todo en dos puntos: uno en el lugar denominado La huerta de la Fuente del Esparto y el otro de mayor importancia en el lugar llamado Cortijo de Repla. En este último se han encontrado, justo al lado de una gruta de la que brota un manantial de agua, restos de una fortificación romana, y en todos sus alrededores han aparecido numerosos trozos de vasijas y varias monedas de plata llamadas denarios, moneda con la que eran pagados los legionarios romanos. Durante la dominación árabe, la zona quedó totalmente despoblada en gran parte debido a que por este lugar estaba la frontera entre los dominios árabes y cristianos, por lo que la zona era considerada de riesgo y de muchos conflictos, siendo este el motivo por el cual no se han encontrado apenas restos arqueológicos de esta época, solo unos pocos en la anteriormente citada Fuente del Esparto y otros en el lugar llamado Las Alcaidías, donde se cuenta que un campesino encontró un tesorillo de monedas de plata, las cuales por ignorancia de su valor cambió en Osuna por una pulsera.Tras la reconquista y expulsión de los musulmanes, la zona donde hoy en día se encuentra ubicado el pueblo de Los Corrales y su término municipal estuvieron sujeto a continuos controles por parte del Cabildo de Osuna, no permitiendo el pastoreo ni el asentamiento en la zona.A medida que aumentaba la población se hizo necesario el reparto de nuevas tierras. Sobre 1540 se repartieron tierras del vecino pueblo de Martín de la Jara y puede que parte de monte del actual término de Los Corrales.Aunque la hipótesis más usada sobre el origen de Los Corrales es que en la zona se establecieran ganaderos de los Duques de Osuna, que en el lugar se encontraban los corrales de los ganados del Duque o incluso que por aquí se celebraban ferias de ganado, ninguna de estas teorías parecen muy probables, pues en esas fechas la mayor parte de los terrenos de esta zona eran baldíos, o sea, tierras que pertenecían a la Corona y no a los Duques.Sería sobre 1570 cuando se permitió el asentamiento de los primeros pobladores. Este se realizó sobre el margen derecho del arroyo de la Fuente Mala, ya que era el terreno más apropiado de las 278 fanegas de tierra que se repartieron en la zona. La mayor parte de las tierras se encontraban en la margen izquierda de dicho arroyo, siendo la mayoría de estos terrenos no muy apropiados para la agricultura, por lo que fueron usados para el pastoreo.Las primeras casas se construyeron mirando hacia el arroyo y en su parte delantera se edificaron corrales para el ganado por lo que casi con toda seguridad lo primero que veían las personas que llegaban al lugar eran estos corrales y de ahí que se le denominase en un principio con el nombre de La Puebla de Los Corrales, a finales del siglo XVIII se constituyó en Ayuntamiento y en 1802 le fue concedido el tí­tulo de villa por el rey Carlos IV.

Ayuntamiento de Algámitas

  • ES.41202.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1852

La fundación de Algámitas es muy confusa pero la opinión generalizada, es que su origen está en un poblado Túrdulo (una clase de íberos) que tenía se asentamiento disperso desde lo que actualmente es el pueblo de Pruna, hasta cerca del 'Río Corbones'. Este poblado recibía el nombre de 'Callet'. Por los restos arqueológicos encontrados de cerámicas se sabe de la época fenicia, pero se desconoce el nombre que recibió Algámitas en esta época. Los hebreos, la denominaron 'Hagalmi', (que significa peña). Después llegaron los griegos, de los que también se desconoce el nombre que le dieron.

En época romana se la llamó 'Silicens', como alusión a su curiosa topografía.Con respecto a esta época hay que decir que existía otros núcleos humanos en el término de Algámitas, como son los de la venta, paraje del 'Diente de la Vieja', donde han aparecido verdaderos tesoros arqueológicos en esculturas, y atuendos guerreros tumbas de plomo, etc..., según la versión popular.

Durante la dominación árabe, Algámitas fue una alquería agrícola y ganadera y se denominó 'Almeca', nombre que ha perdurado hasta nuestros días, con la única variación de su final.Después de la reconquista del castillo de Pruna, fue concedida por el rey Enrique IV al caballero Rodrigo Rivera, siendo posteriormente vendida por el hijo de éste, Pedro de Rivera, al marqués de Cádiz, Rodrigo Ponce de León, el 23 de septiembre de 1482 por 4.000.000de maravedíes, al que perteneció hasta la supresión de los señoríos a principios del siglo XIX. Isabel II concedió el título de Villa a Algámitas, el 27 de marzo de 1852.

Ayuntamiento de Lantejuela.

  • ES41260.AUT000001
  • Entidad colectiva
  • 1842

A mediados del siglo XIII, el terreno del actual municipio sirviera para los primeros asentamientos coloniales. El solar de la villa fue cedido por la corona castellana a la orden de Calatrava. El ducado de Osuna creado por Carlos I, se hizo cargo de todos las posesiones circundantes.
Lantejuela quedó bajo el señorío de los condes de Ureña, en tiempos del rey Felipe II. Dependió de la Casa Ducal de Osuna y a comienzos del siglo XIX, paso a ser un donadio independiente del estado-ducado de Osuna, aunque durante el reinado de Fernando VII, en el siglo XIX, se le concedió el titulo de villa y se emancipó definitivamente de Osuna. El pueblo de Lantejuela, actualmente como villa, a juzgar por la documentación existente en el archivo municipal, se constituyó en Ayuntamiento independiente hacia los años 1830 a 1841. La primera sesión del ayuntamiento tendría lugar en el pueblo el 14 de febrero de 1842.

Ayuntamiento de Lora del Rio

  • Entidad colectiva
  • 1813/

El origen del concejo de la villa de Lora del Río se remonta a mediados del s. XIII, a raiz de la conquista de la zona por Fernando III de Castilla, quien en 1259 la concede a la orden militar del Hospital (de San Juan de Jerusalén, o de Malta). En el siglo XVII, coincidiendo con un "un periodo de máximo esplendor" de la villa, el concejo de Lora construye el actual edificio del ayuntamiento y otros edificios públicos singulares.

A raiz de la desamortización de los bienes de la nobleza, y con ella de las ordenes militares, que se produce en el siglo XIX, el concejo dará paso a un Ayuntamiento constitucional que goza de su plena entidad jurídica y su jurisdicción propia. Durante esta centuria se van a producir importantes cambios en la villa, surgiendo en sus rasgos básicos la ciudad moderna que hoy se conoce.

Ya en el siglo XX se produce una importante renovación económica a raíz de la implantación del regadío, origen de una singular inmigración, que da lugar a un crecimiento demográfico y económico importante especialmente a partir de los procesos de colonización de los años sesenta, cuando se constituyen los poblados de Setefilla y El Priorato.

Ayuntamiento de Castilblanco de los Arroyos

  • ES.41220.AUT0018
  • Entidad colectiva

Los primeros vestigios encontrados en la zona han sido unos hallazgos de material lítico disperso en las proximidades de los arroyos o cursos de agua relacionados con actividades cinegéticas, siendo los más antiguos los correspondientes al emplazamiento de Cerro del Moro. De época turdetana se han datado varios yacimientos situados en altura, con claros valores estratégicos, como El Castillejo y Cerro Cebrón. En tiempos de la dominación romana existían numerosas villas rurales. En esta época pudo existir ya un pequeño núcleo de población ubicado en el actual emplazamiento del pueblo, debido a que por allí discurría una de las calzadas romanas más importantes del imperio, la Vía de la Plata. Este núcleo servía de apeadero a los viajeros, que entraban por el sur de la población desde Sevilla.También de esta época romana, se conservan los restos de un impresionante puente sobre el río Viar de tres ojos y más de 15 metros de altitud. Este puente romano, aunque remodelado en época árabe, estuvo en pié hasta 1907, en el que un desgraciado accidente hizo que se derrumbara la parte central del mismo. Fragmentos de esta parte central se conservan aún a lo largo del cauce del río. Los restos que aún se conservan fueron destruidos recientemente, en ese lugar se levanta el muro del Pantano de los Melonares, la gran obra hidráulica del siglo XXI que abastecerá a Sevilla. Del período de dominación árabe se conservan algunos restos de castillos o torres de vigilancia localizados en el término municipal de escasa importancia. Entre los siglos XIII-XV aparecen los primeros testimonios en documentos del actual Castilblanco. Entre el 1246 y el 1247 se produce la reconquista cristiana por capitulación a cargo de Fernando III de Castilla. Desde 1253 perteneció a La Sierra de Aroche, junto a poblaciones cercanas como El Castillo de las Guardas, El Real de la Jara o Almadén de la Plata. Con la reconquista de Sevilla muchos mozárabes huyen hacia la Sierra Norte. En 1247, Fernando III "El Santo" monta uno de los campamentos militares en la zona de Escardiel en el asedio a Sevilla. En el siglo XIV aparece en el Libro de monterías del rey Alfonso XI. Con el nombre de "Castriel Blanco". En época moderna existió una importante morería, destacando especialmente su número poblacional en el siglo XVII. El rey Felipe V y su corte visitan la villa para cazar en el año 1729. Durante la ocupación francesa Castilblanco se convirtió en lugar de paso de las tropas napoleónicas hacía Gilbraltar. En el siglo XIX hay que destacar como se produce la pérdida por parte del clero ,consecuencia de la desamortización de Mendízabal, dela importantísima Finca de Esquivel.

Ayuntamiento de Gilena.

  • ES41246AUT000001
  • Entidad colectiva

Debido a su situación geográfica y a la abundancia de agua, por las tierras del término de Gilena han pasado toda clase de civilizaciones y cada cual dejó sus huellas.Se han encontrado hallazgos arqueológicos del Calcolítico, ibéricos, romanos, visigodos y árabes.El nombre de Gilena no sabemos cual fue su origen, si bien pudiera venir de 'Silex', piedra, o 'Silena', lugar de la piedra. Sí sabemos que en tiempos de la denominación árabe ya se conocía este paraje como 'Lugar de Gilena', después 'Puebla de Gilena' y, finalmente, 'Villa de Gilena'.Gilena fue cabecera de un distrito agrícola de la Cora o provincia califa de Ecija y tuvo el honor de figurar en la obra del geógrafo de los siglos XII y XIII Yakub al-Hamawi 'Diccionario de Al-Andalus', donde se cantaban los maravillosos productos cosechados en la Ribera, con especial mención de sus manzanas, famosas en todo el Al-Andalus.De las aguas del 'Ojo de Gilena' se utilizaba su energía hidráulica para mover los molinos de harina que construyeron los árabes a lo largo de la ribera. Tras la conquista, en agosto de 1240, por Fernando III, este territorio fue cedido a la Orden de Santiago. Los datos históricos que se conocen ponen de manifiesto que se produjo una despoblación y desplazamiento de sus habitantes hacia el cercano reino musulmán de Granada. Al constituirse el marquesado de Estepa, en el reinado de Felipe II, pasa a formar parte de él hasta el año 1.837, con la disolución de los señorís jurisdiccionales.

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