Mostrando 479 resultados

Instituciones productoras de los documentos

Hospital de San Hermenegildo

  • ES.41063.ADPSE.AUT0002
  • Entidad colectiva
  • 1455/1845

El Hospital de San Hermenegildo, más conocido como "del Cardenal" o "de los Heridos", fue fundado en 1455 por Juan de Cervantes y Bocanegra, cardenal obispo de Ostia y Velletri y, a partir de 1446, de la archidiócesis de Sevilla . El cardenal se había destacado por el impulso dado a las obras de la catedral sevillana, en cuya capilla de san Hermenegildo sería sepultado en un magnífico sepulcro obra de Lorenzo Mercadante de Bretaña.

El hospital se estableció en el centro de la ciudad de Sevilla, junto a la plaza de san Leandro, en un edificio de la calle Cuerno (luego, sucesivamente denominada como, San Miguel, Ángel, del Cardenal, en 1845, en memoria de su fundador y en 1900 del Cardenal Cervantes), donde actualmente se abre la calle Ignacio Carrión Mejías, tras el derribo del edificio en 1950.

El hospital estaba bajo jurisdicción pontifícia, al igual que ocurría con el de las Cinco LLagas, con el que compartía incluso parte de su personal, como clérigos, médicos o sirvientes.

Durante el siglo XVI , se convirtió en el hospital más importante de la ciudad, para pasar luego a ser, a comienzos del siglo XVII, un gran centro de atención quirúrgica .

El cirujano mayor del hospital, Bartolomé Hidalgo de Agüero (1527-1597), fue figura destacada de la cirugía y urología española del Renacimiento durante el último tercio del siglo XVI. Natural de Sevilla, estudió en su Universidad en la que alcanzó el grado de doctor y en la que desempeñó una cátedra de Cirugía; ejerció como cirujano en el Hospital y toda su vida transcurrió en su ciudad natal. Fue el pionero en cerrar las heridas con un nuevo método, que consistía en no dilatarlas sino en cerrarlas uniendo los bordes y ponerlas a cubierto del contacto con el aire para lograr la cicatrización, con lo que logró espectaculares resultados para la época, de ahí que el hospital fuera rebautizado como Hospital de los Heridos.

El hospital llegó a contar con botica propia, como en los centros hospitalarios actuales, lo que también fue revolucionario para la época.

Como consecuencia de la peste de 1649 decayó y su importancia y el nivel de atención sanitaria que había mantenido hasta entonces. Fué incorporado al Hospital Central con la reunificación de hospitales de 1837.

Hospital de San Hermenegildo

El Hospital de San Hermenegildo, más conocido como "del Cardenal" o "de los Heridos", fue fundado en 1455 por Juan de Cervantes y Bocanegra, cardenal obispo de Ostia y Velletri y, a partir de 1446, de la archidiócesis de Sevilla . El cardenal se había destacado por el impulso dado a las obras de la catedral sevillana, en cuya capilla de san Hermenegildo sería sepultado en un magnífico sepulcro obra de Lorenzo Mercadante de Bretaña. El hospital se estableció en el centro de la ciudad de Sevilla, junto a la plaza de san Leandro, en un edificio de la calle Cuerno (luego, sucesivamente denominada como, San Miguel, Ángel, del Cardenal, en 1845, en memoria de su fundador y en 1900 del Cardenal Cervantes), donde actualmente se abre la calle Ignacio Carrión Mejías, tras el derribo del edificio en 1950. El hospital estaba bajo jurisdicción pontifícia, al igual que ocurría con el de las Cinco LLagas, con el que compartía incluso parte de su personal, como clérigos, médicos o sirvientes. Durante el siglo XVI , se convirtió en el hospital más importante de la ciudad, para pasar luego a ser, a comienzos del siglo XVII, un gran centro de atención quirúrgica . El cirujano mayor del hospital, Bartolomé Hidalgo de Agüero (1527-1597), fue figura destacada de la cirugía y urología española del Renacimiento durante el último tercio del siglo XVI. Natural de Sevilla, estudió en su Universidad en la que alcanzó el grado de doctor y en la que desempeñó una cátedra de Cirugía; ejerció como cirujano en el Hospital y toda su vida transcurrió en su ciudad natal. Fue el pionero en cerrar las heridas con un nuevo método, que consistía en no dilatarlas sino en cerrarlas uniendo los bordes y ponerlas a cubierto del contacto con el aire para lograr la cicatrización, con lo que logró espectaculares resultados para la época, de ahí que el hospital fuera rebautizado como Hospital de los Heridos. El hospital llegó a contar con botica propia, como en los centros hospitalarios actuales, lo que también fue revolucionario para la época. Como consecuencia de la peste de 1649 decayó y su importancia y el nivel de atención sanitaria que había mantenido hasta entonces. Fué incorporado al Hospital Central con la reunificación de hospitales de 1837.

Hospital de San Cosme y San Damián y Real de Nuestra Señora del Pilar

  • ES.41063.ADPSE.AUT0007
  • Entidad colectiva
  • 1322/1851
  1. Hospital de los Inocentes:
    Su origen se remonta, según Collantes de Terán, a los días de la conquista de Sevilla por Fernando III, aunque otros estudios indican que se debe, en 1436, a Marcos Sánchez de Contreras, quien aparece como su administrador en la bula de Inocencio VIII de 1488 que aprueba su fundación. Ya en 1471 había obtenido un privilegio de Enrique IV. Estaba situado en un edificio de la calle Real, en la collación de San Marcos, lindando con el llamado "callejón de los locos" y con unos locales anejos al noviciado de los jesuítas de la iglesia de San Luís. Sin embargo, los datos sobre su funcionamiento real no aparecen hasta bien entrado el s. XVII, cuando hay noticias sobre su decadencia y estado de abandono. A finales de este siglo se reedifica el edificio y en 1696 se finaliza la obra de la iglesia. Carlos II aprueba sus constituciones en 1700 confiriéndole su patronato real. En 1794 se le agrega el Hospital Real de Nuestra Señora del Pilar.

Las necesidades de espacio llevaron a diversas ampliaciones que se realizaron hasta principios del s. XIX, pero desde entonces todas las noticias hablan de un estado calamitoso de las instalaciones, falta de recursos y amenazas de ruina. Con la centralización de los hospitales en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas en 1837 se incorpora a éste el Hospital de los Inocentes, concluyendo su trasvase en el año de 1841. El edificio de la collación de San Marcos pasaría a ser utilizado como sede del nuevo hospicio.

  1. Hospital Real de Nuestra Señora del Pilar: Aunque la creación del hospital está vinculada a la cofradía de Nuestra Señora del Pilar, fundada por el rey Alfonso X, aquella no se produciría hasta, probablemente, el año de 1317, coincidiendo con la estancia en Sevilla del infante don Pedro, regente de Alfonso XI, quien a petición de la cofradía asignó un solar próximo al Alcázar para su establecimiento.

Su objetivo era atender a los peregrinos enfermos que acudían a Sevilla a visitar una imagen de la virgen del Pilar que había sido llevada a la ciudad por los aragoneses participantes en su conquista y repoblación junto a Fernando III y Alfonso X.

El ingreso de la familia real en la cofradía atrajo a ella a muchos nobles que contribuyeron a su sostenimiento y la llevaron a un periodo de apogeo a mediados del s. XIV en el que la cofradía podía sostener permanentemente dos galeras para protección de las costas, sufragar el rescate de cristianos cautivos y atender a muchos enfermos en el hospital.

En el siglo XV decaen de las peregrinaciones, disminuye el interés de la corona y se llega a una situación de abandono en al que el hospital se convierte en un asilo de mutilados de guerra. Pero en 1475 los Reyes Católicos imponen al Concejo de Sevilla la aportación anual al hospital de 96.250 mrs. y 1000 varas de sayal con cargo a la alcabala del pan y las tasas del pescado exportado. Desde 1491 los reyes vuelven a hacer concesiones la hospital, entre ellas un corral del Alcázar contiguo al hospital. Así, a principios del s. XVI el hospital entró en una fase de reforma y ampliación apoyada por nuevas concesiones reales.

A pesar de todo, y a diferencia de otros establecimientos bajo patronato real, el hospital disponía de escasos bienes rústicos, aunque sí con un número de casas en la ciudad y extramuros que, junto con las rentas concedidas, le aportaron una cierta holgura económica, disminuyendo su dependencia de la obtención de limosnas o donaciones testamentarias, con lo que pudo mantener una prestación de servicios relativamente amplia y estable.

Las ordenanzas aprobadas por los Reyes Católicos en la real provisión de 27 de agosto de 1500 fijan el número de enfermos en trece, dando prioridad a los heridos o mutilados en actos de servicio a la corona, después a los enfermos de la Cofradía del Pilar, y en último lugar al resto de necesitados, descartando a mujeres, pícaros y enfermos contagiosos. También aluden a la existencia de un físico y un boticario, que se incrementan en las ordenanzas de 1526 (real provisión del rey Carlos I de 19 de octubre) con un médico, un cirujano y un barbero ayudados por dos "hospitaleros", un casero y unos oficiales.

La administración del hospital quedaba encomendada en ambas ordenanzas a la cofradía de Nuestra Señora del Pilar, para lo que anualmente elegiría entre sus miembros a un mayordomo o limosnero, aunque más adelante, ante ciertas denuncias por la mala administración, los reyes nombraron supervisores de los bienes y las cuentas del hospital a los priores del convento de San Pablo y a los alcaides del Alcázar, aunque la persistencia de las irregularidades llevaría a la aprobación por Carlos I de nuevas ordenanzas en 1526.

En 1794 se agrega al Hospital Real de los Inocentes, al que se adjudica la casa

Hospital de San Cosme y San Damián (Bubas). Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla

  • Entidad colectiva
  • 1387-1868

Se funda en el siglo XIV, tras la epidemia de peste de 1383, cundo los médicos y cirujanos de Sevilla fundaron una hermandad en el Hospital de San Nicolás. En 1387, trasladado ya al Hospital de San Salvador y administrado por la cofradía de la Misericordia, el cabildo de Sevilla, a petición de los cofrades, acoge bajo su patronazgo al hospital y a cargo de los médicos y cirujanos de la ciudad, quienes lo ponen bajo la advocación de san Cosme y san Damián. En 1390 la cofradía cede los bienes y posesiones del hospital al cabildo de Sevilla en tanto patrono del centro, el cual aprueba también las primeras ordenanzas del hospital.

Con la "epidemia de bubas" que recorre el país entre 1493 y 1497 afectando especialmente a la ciudad de Sevilla, el cabildo destina el hospital a la atención de los enfermos afectados por el mal. El aumento de enfermos lleva a adquirir unas casas en frente a la colegiata de San Salvador para ampliación de las instalaciones y en 1503 le otorga el cabildo a los mismos efectos una parte de la calle Cayteros.

En 1573 se traslada a la calle Santiago, al edificio antes ocupado por el Hospital de las Cinco Llagas, comunicado con el Hospital de San Hermenegildo (o "del Cardenal") y con salida a la calle Santiago. El edificio del Salvador sería ocupado en 1574 por el Hospital de Nuestra Señora de la Paz, que tenía por antecedente el de la Cruz (de las tablas) ubicado en el solar de la futura Casa Lonja.

Hospital de San Cosme y San Damián

  • ES.41063.ADPSE.AUT0006
  • Entidad colectiva
  • 1314/1841

Se funda en el siglo XIV, tras la epidemia de peste de 1383, cundo los médicos y cirujanos de Sevilla fundaron una hermandad en el Hospital de San Nicolás. En 1387, trasladado ya al Hospital de San Salvador y administrado por la cofradía de la Misericordia, el cabildo de Sevilla, a petición de los cofrades, acoge bajo su patronazgo al hospital y a cargo de los médicos y cirujanos de la ciudad, quienes lo ponen bajo la advocación de san Cosme y san Damián. En 1390 la cofradía cede los bienes y posesiones del hospital al cabildo de Sevilla en tanto patrono del centro, el cual aprueba también las primeras ordenanzas del hospital.

Con la "epidemia de bubas" que recorre el país entre 1493 y 1497 afectando especialmente a la ciudad de Sevilla, el cabildo destina el hospital a la atención de los enfermos afectados por el mal. El aumento de enfermos lleva a adquirir unas casas en frente a la colegiata de San Salvador para ampliación de las instalaciones y en 1503 le otorga el cabildo a los mismos efectos una parte de la calle Cayteros.

En 1573 se traslada a la calle Santiago, al edificio antes ocupado por el Hospital de las Cinco Llagas, comunicado con el Hospital de San Hermenegildo (o "del Cardenal") y con salida a la calle Santiago. El edificio del Salvador sería ocupado en 1574 por el Hospital de Nuestra Señora de la Paz, que tenía por antecedente el de la Cruz (de las tablas) ubicado en el solar de la futura Casa Lonja.

Hospital de Nuestra Señora del Buen Suceso

  • ES.41063.ADPSE.AUT0011
  • Entidad colectiva
  • 1609/1850

Su origen se debe a la congregación de los obregones (Mínima Congregación de Hermanos Enfermeros Pobres, fundada en Madrid en 1567), que en 1635 solicita al Concejo de Sevilla licencia, concedida por éste en 1637, para la fundación de un hospital en el que recoger a los enfermos pobres dados de alta en otros hospitales. Para contribuir a su sostenimiento se le unió, al fundarse, la cofradía de Nuestra Señora del Buen Suceso, estableciéndose el hospital en la en la Plaza del Buen Suceso, collación de San Pedro, y quedando bajo jurisdicción pontificia a través de los prelados de Sevilla. La exclaustración de religiosos de 1835 afectó a la congregación de los obregones, incautándose el edificio para destinarse a viviendas

Hospital de las Cinco Llagas (1500/1844). Hospital Central (1844/1973)

  • ES.41063.ADPSE.AUT0010
  • Entidad colectiva
  • 1500/1973

El Hospital de las Cinco Llagas fue creado por Catalina de Ribera, hija del adelantado mayor de Andalucía Perafán de Ribera y de María Mendoza, condesa de los Molares, por bula del pontífice Alejandro VI de 13 de marzo de 1500 y con rentas de su patrimonio, estableciéndolo en la ciudad de Sevilla en una casa de su propiedad sita en la calle Santiago, parroquia de Santa Catalina, bajo el nombre Hospital de las Cinco Llagas de Cristo. El hospital quedaba bajo la jurisdicción directa del papado, cuyos representantes serían los priores de los monasterios de San Isidoro del Campo, de San Jerónimo de Buenavista y de Santa María de las Cuevas. Así quedaba además excluido del pago de diezmos. Clemente VI confirmaría y ampliaría la jurisdicción pontificia por bula 26 de octubre de 1524.

El hijo de la fundadora, Fadrique Henríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa y quinto adelantado de Andalucía, sostuvo y mejoró la fundación disponiendo que se construyese en memoria de su madre, y en cumplimiento de su postrera voluntad, un nuevo edificio 46.000 m² extramuros de la ciudad, frente a la puerta de la Macarena, para el que legó cuantiosos bienes. En sus respectivos testamentos instituyeron como patronos administradores perpetuos del hospital a los priores de los monasterios de San Isidoro del Campo, de Santa María de las Cuevas y de San Jerónimo de Buenavista. El patronato, interpretando la voluntad del marqués de Tarifa, adquirió los terrenos para la edificación, y designó al maestro mayor del obispado de Cádiz, Francisco Rodríguez Cumplido, quien, tras visitar los mejores hospitales de España y Portugal, presentó, entre otros, los diseños de los hospitales de Lisboa y Santiago de Compostela, además de un proyecto propio para el concurso, en el que, para la elección del proyecto fueron oídos Pedro Machuca; Hernán Ruiz; Juan Sánchez; Gaspar de Vega y otros. No consta cuál fue el proyecto elegido, pero se advierte en lo construido mucha semejanza con el que presentó Martín Gainza.

Las obras comenzaron bajo la dirección de Gainza, en 1545 e intervinieron en la construcción, sucesivamente los maestros Martín de Valarrien, Hernán Ruiz, el arquitecto italiano Benvenuto, al servicio del duque de Alba; Francisco Sánchez, Alonso de Maeda y Marcos Pérez. El edificio estaría emplazado en la ronda de la población, al norte de la ciudad, en el barrio de la Macarena y frente a la puerta de este nombre.

En 1559 se inauguró la sala destinada a mujeres y se trasladaron ya algunos de los servicios, vendiéndose el edificio de la calle Santiago a la hermandad de médicos del Hospital de San Cosme y San Damián (de las bubas), que se trasladaría allí en 1573 dejando su anterior ubicación en el Salvador. hasta La construcción continuó con edificación de la iglesia del Hospital sobre plano encargado a Hernán Ruiz. El patronato costeó la traída de aguas de un abundante manantial que había en la Huerta de la Albarrana, cerca de Miraflores, desde donde partiría un acueducto que terminaba en la huerta del Hospital.

En el transcurso de los años fueron numerosas las reformas realizadas en el Hospital de las Cinco Llagas. La mayoría de ellas se debió a la caridad de los sevillanos y a la gestión de las juntas administrativas del establecimiento, dándose preferencia a las obras de higienización del edificio. La fundación fue sucesivamente ampliada por otros bienhechores y por la agregación de otros hospitales de la ciudad. Por cláusula fundacional estaba gobernado por una junta que ejerció sus funciones hasta su supresión en 1837. Contaba con un administrador, un secretario, un mayordomo y un capellán, apoyado éste desde 1606 por un cura semanero. Quienes ostentaban estos cargos debían ser clérigos y el secretario tenía que ostentar la condición de notario apostólico.

Llegó a ser uno de los hospitales más grandes de Europa y prestó una gran labor asistencial y sanitaria, sobre todo en época de epidemias, ya que pronto dejó de ser exclusivamente para mujeres y se convirtió en un hospital general.

El hospital mantuvo estrecha vinculación con el Hospital de San Hermenegildo, o del Cardenal, también bajo juridicción pontificia y en la misma ciudad, con el que compartía incluso parte de su personal, como clérigos, médicos o sirvientes.

Estuvo en manos privadas hasta la desamortización de Mendizábal en 1837, en que pasó a depender de las diferentes juntas municipales y provinciales de beneficencia.

Al llevarse a cabo en 1837 la llamada centralización, se reunieron en el Hospital de las Cinco Llagas los del Amor de Dios, del Espíritu Santo, (en los cuales habían sido refundidos en 1587 setenta y seis hospitales, con bula de los pontífices Inocencio VII y Pío V), del Cardenal y de los Inocentes . Desde entonces el Hospital de las Cinco Llagas se le conoció también con el nombre de Hospital Central. Sin embargo, el definitivo arreglo de la centralización no tuvo efecto hasta el año 1844, en que se dotó al hospital del personal necesario, del reglamento y del sistema de contabilidad.

A raiz de esta centralización la hospitalidad provincial de Sevilla se dividió en cuatro grandes departamentos:

1- Central: Que lo constituía el Hospital de las Cinco Llagas, destinado a la asistencia de los pobres enfermos, de ambos sexos, además del departamento de dementes para los individuos que padecían enajenación mental (entre ellos, los procedentes del antiguo hospital de los Inocentes)

2- Mujeres impedidas: El Hospital del Santísimo Cristo de los Dolores, conocido como el Pozo Santo

3- Hospital de San Lázaro que acogía a los enfermos leprosos y de elefantiasis, de ambos sexos.

4- Manicomio de Miraflores

En 1848 fueron creadas las juntas administrativas de los establecimientos de beneficencia y a ellas se entregó el gobierno del mencionado hospital hasta que en 1854 se puso a cargo de la junta provincial de beneficencia conforme a los dispuesto en la ley general de 20 de junio de 1849 y el reglamento para su ejecución de 14 de mayo de 1852, en cuyo artículo 3 se definen como establecimientos provinciales de beneficencia "todos aquellos que tienen por objeto el alivio de la humanidad doliente en enfermedades comunes; la admisión de menesterosos incapaces de un trabajo personal que sea suficiente para proveer a su subsistencia, el amparo y la educación, hasta el punto en que puedan vivir por sí propios, de los que carecen de la protección de su familia?. La finalidad del Hospital fue atender tanto a los enfermos curables como los que se consideraban incurables, de ambos sexos.

A raíz del convenio celebrado el 13 de noviembre de 1852, sancionado por real orden comunicada por el Ministerio de la Gobernación de 13 de mayo de 1853, se produjo la ocupación de una parte del hospital por los enfermos militares, quedándoles asignado además el usufructo del local. La administración de la hospitalidad provincial protestó del referido convenio solicitando sin éxito su nulidad.

El real decreto de 17 de diciembre de 1868 modifica las competencias de la administración provincial en lo relativo a la beneficencia considerándola como uno de los servicios propios de las diputaciones y haciendo innecesaria la continuación de las juntas provinciales, de quien dependían las administrativas de los establecimientos. Este régimen continuó hasta el año 1886, desde cuya fecha la Diputación administraría directamente el Hospital de las Cinco Llagas. Se convirtió así en un hospital médico quirúrgico de ámbito provincial que estuvo funcionando como tal hasta 1972, cuando el estado de ruina del edificio obliga a trasladar los servicios y a los pacientes al nuevo "Hospital Universitario de San Pablo", habilitado en un complejo de la antigua base militar norteamericana en Sevilla e inaugurado en junio de este año, que estaría en funcionamiento hasta la inauguración, en 1974, Hospital Clínico de la Facultad de Medicina, actual Hospital Universitario Virgen Macarena, que sería el auténtico sucesor del antiguo Hospital de las Cinco Llagas.

Hospicio Provincial

  • ES.41063.ADPSE.AUT0012
  • Entidad colectiva
  • 1561/1973

Los orígenes y antecedentes del Hospicio se remontan al año de 1450 en que se establece con cargo a los bienes de propios de la ciudad la institución denominada Niños de la Doctrina. Más tarde, en 1619, la madre Luisa de San Antonio consiguió que pudiera fundarse lo que se llamó El Beaterio, que ampliaba sus objetivos incluyendo la enseñanza de las niñas pobres y a las jóvenes de más de 12 años. Para el caso de la atención a la educación de varones jóvenes pobres surgiría en 1725 la institución creada por Toribio Velasco, que sería conocida con el nombre de 'los Niños Toribios', en memoria de su fundador. Faltaba atender la protección hacia los ancianos pobres, por lo que para este fin se estableció en 1831 frente al Convento de Madre de Dios una casa benéfica para ancianos pobres y niños de ambos sexos que surgió de la iniciativa oficial que inauguró el Asistente de Sevilla José Manuel de Arjona. Para sostenimiento del Hospicio se utilizaron las rentas acumuladas de varios patronatos de legos que habían sido suspendidos por los mandatos reales de 1790 y 1793, que se volverían a rehabilitar en 1812, cuando Juan Eloy Soret dejó en testamento todos sus bienes y rentas para la creación de otro establecimiento benéfico, que se fundó con el nombre de Hospicio.Ante la semejanza de finalidad entre estas instituciones citadas se pensó en reunir las cuatro primeras fundaciones bajo una misma dirección para facilitar su gestión y sostenimiento, de forma que en 1840 se fusionan y trasladan al local que ocupaba el Hospicio, en la anterior sede del hospital de los Inocentes en la collación de San Marcos, donde quedaron centralizados bajo este nombre y al cuidado administrativo de la junta local de beneficencia.Algunos años más tarde varió su ubicación encontrándose en el monasterio de San Jerónimo de Buenavista, extramuros de la ciudad, por lo que el gobernador civil decidió trasladarlo a la población. Para ello el hospicio de hombres pasó al exconvento que fue de San Luis (de la Compañía de Jesús) y el de las mujeres quedaba en el de Santa Isabel (por no tener cabida todos en un mismo establecimiento). No obstante, ambos hospicios se unían en un mismo edificio en la calle de San Luís en junio de 1864. Por la ley de 1849 y el reglamento de 1852 se nombró una junta para el gobierno y dirección del establecimiento.En el Hospicio Provincial se proporcionaba recogimiento y refugio a los expósitos mayores de seis años y a todos los demás pobres, de ambos sexos, de la provincia, incluidos entre los lisiados, cojos, mancos, ciegos y otros que, no estando absolutamente impedidos, podían prestar alguna utilidad en los trabajos del establecimiento.Fue voluntad del fundador que se diese a los acogidos aprendizaje de oficios útiles, especialmente los de elaboración de lienzos y calzados. De la fabricación de lienzos se prescindió al reconocer que el manejo de los telares suponía un esfuerzo superior a las facultades físicas de los acogidos. En cambio, se amplió el número de enseñanzas artesanas. En 1873, la Diputación Provincial creó un colegio anexo para sordomudos, el Colegio Provincial de Sordomudos y Ciegos.Los acogidos podían permanecer en el establecimiento hasta que eran llamados al servicio militar. Las acogidas salían cuando encontraban colocación adecuada o las reclamaban sus familias. Al igual que en otros establecimientos benéficos el personal administrativo de oficinas quedaba refundido en el de la secretaría de la Diputación Provincial desde el año 1886.Desde 1938 los alumnos ciegos sería acogidos en el centro de la O.N.C.E, quedando en el Colegio Provincial solo los sordomudos. Los centros educativos provinciales 'Blanco White' (alumnos) y 'Pino Montano'(alumnas) heredarían las funciones educativas del antiguo Hospicio en 1969 y 1973 respectivamente. En 1972 fueron también trasladados los sordomudos, según su sexo, a estos centros, dado el lamentable estado del edificio de su Colegio Provincial.Después de 1997 se incorporó al fondo un importante volumen documental procedente de los centros de Pino Montano y Blanco White

González Artega, José Matías

  • Persona
  • 1942/ -- (La Puebla del Río, Sevilla)

Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla (1989). Profesor colaborador en esta universidad, en los departamentos de "Historia Económica" (1983/1999) y "Economía e Historia Económica" (2000/2015). Maestro de enseñanza primaria desde 1963, ejerce en colegios de Sevilla (1969-1970) y, sobre todo, de su localidad, La Puebla del Río, desde ese año hasta su jubilación en 2002. De 1995 a 1999 fue también alcalde de este mismo municipio.

El año 2020 donó su colección de fotografías de las Islas del Guadalquivir, un álbum fotográfico con originales del fotógrafo sevillano Juan José Serrano Gómez (1888-1969), colaborador
habitual del diario ABC de Sevilla, al Archivo de la Diputación de Sevilla (http://archivo.dipusevilla.es/index.php/coleccion-gonzalez-arteaga-de-fotografias-de-la-compania-de-las-islas-del-guadalquivir-sa)

Como investigador local es autor de más de 20 obras sobre la historia de su la Puebla del Río y su entorno, las marismas del Guadalquivir. Por ejemplo:
"Hacienda de Miro. Una heredad entre el Aljarafe y las Marismas". Punto Rojo Libros, S.L. 2013. 197. ISBN 978.84-15761-47-1
"La Puebla a través de sus imágenes". 2009
"El Rincón de los Lirios. Las Islas del Guadalquivir, 1927-1930. Centro de Estudios Andaluces. 2008. ISBN 978-84-612-3346-5
"El arroz en las Marismas del Guadalquivir: Evolución y problemática actual". Santander (ESPAÑA). Universidad de Sevilla. 2005. ISBN 8447210073
"Las Marismas del Guadalquivir. Etapas de su aprovechamiento económico". La Puebla del Rio. C.P. Antonio Cuevas. 1993
"Evolución de la propiedad agraria en la Puebla del Río.1760-1900". Universidad de Sevilla. 1976
"Colonización y explotación de las Islas del Guadalquivir". En: "La Puebla del Río: Miscelánea histórica". Secretariado de Publicaciones. Universidad de Sevilla. 2010. ISBN 978-84-472-1208
"La Singularidad del Hombre Marismeño". Pag. 31-60. En: "II Encuentro de Poetas y Escritores del Entorno de Doñana. Santander (ESPAÑA)". Biblioteca Ligustina. 1999
"El Agua en las Marismas". Pag. 1-26. En: "III Encuentro de Poetas y Escritores del Entorno de Doñana". Santander (ESPAÑA). Biblioteca Ligustina. 1998
"Valencianos y arroz" En "Las Marismas del Guadalquivir" Revista de Estudios Andaluces. 1993. Pag. 67-95
"Los Marañón: un ejemplo de familia innovadora en la burguesía sevillana". En: Archivo Hispalense. Revista Histórica, Literaria y Artística. 1993. Pag. 23-44
"Aprovechamiento y rentabilidad de las Marismas del Guadalquivir". En: Archivo Hispalense. Revista Histórica, Literaria y Artística. 1991. Pag. 47-60
"Los poblados de las Islas del Guadalquivir (un intento de aproximación al estudio de la población marismeña)". En: Archivo Hispalense. Revista Histórica, Literaria y Artística. 1987. Pag. 69-91
"Los salarios en Puebla del Río (Sevilla) durante la crisis finisecular (1887-1923)". En: Revista de Historia Contemporánea. 1983. Pag. 125-145
"Las Hierbas y el ganado como primeros aprovechamientos de las Marismas del Guadalquivir (1368-1830)". Conferencia Congreso no publicada. Jornadas de Historia Sobre la Provincia de Sevilla. Aznalcázar (Sevilla), España. 2005

Diputación Provincial de Sevilla

  • ES.41063.ADPSE.AUT0001
  • Entidad colectiva
  • 1813-11-22/-

Con la Constitución de 1812 se crea una nueva circunscripción territorial, la provincia, y unas nuevas instituciones, las diputaciones provinciales, para el gobierno y administración de las mismas. Su artículo 325 determina que "en cada provincia habrá una Diputación, llamada provincial, para promover su prosperidad, presidida por el gefe superior".

Organizadas como órganos intermedios entre el poder central y los municipios (artículo 323), tuvieron unas amplísimas competencias (artículo 335), que se pueden sintetizar en las de fomento y desarrollo económico de las provincias.

La Diputación de Sevilla no se constituiría hasta 1813, considerándose la fecha del 22 de noviembre como la fundacional, aunque no pueda afirmarse con plena seguridad, dada la falta de documentación para sus primeros años de historia. El primer documento que acredita la existencia de la Diputación de Sevilla, considerado como su documento fundacional , es el que se refiere al inicio de las actuaciones de la Diputación el día 22 de noviembre de 1813 que se conserva en el Archivo Municipal de Sevilla. Aunque su primera andadura fue breve pues, con la restauración de Fernando VII, el 4 de mayo de 1814 fue suprimida la Constitución de 1812 que había dado lugar a su existencia.

El trienio liberal (1820/1823) restauró la Constitución y con ella las diputaciones (decreto de 3 de febrero de 1823), sin más cambios que el de una nueva división territorial de 52 provincias, en la que la de Sevilla resulta modificada con la segregación que da origen a la de Huelva.

La restauración y sostenimiento del absolutismo a lo largo de la "ominosa década" (1823/1833), vuelve a suspender la existencia de las diputaciones hasta la regencia de María Cristina (1833/1840) en que al consolidarse el poder de los liberales, se recuperan de nuevo, ahora definitivamente. En este periodo, el decreto de 3 de noviembre de 1833 del entonces ministro de Fomento, Javier de Burgos, impuso una nueva división territorial de 49 provincias que incidió en la de Sevilla, a la que se le segregan ahora Cádiz y la comarca de Antequera, quedando circunscrita a sus actuales límites, con diez partidos judiciales y la capital.

Las primeras competencias que se atribuyen a las diputaciones en el s. XIX giran en torno a las funciones de control municipal, de beneficencia pública y de obras públicas de ámbito e interés provincial y otras varias en torno al fomento económico y cultural.

En cuanto a las primeras, las diputaciones se configuran como superiores jerárquicos de los ayuntamientos, aunque bajo los gobiernos moderados, entre 1845 y 1868, este papel se verá reducido en beneficio de los gobernadores civiles.

Las competencias benéfico asistenciales figuran también como una de las más importantes desde los primeros años de las diputaciones, especialmente desde 1846, a raíz de la real orden de 3 de abril sobre clasificación de los establecimientos municipales y provinciales y la ley de beneficencia de 20-06-1849 que establecen un sistema de beneficencia pública provincial dirigido por las juntas provinciales de beneficencia hasta que en 1868 son sustituidas por las propias diputaciones provinciales a través de sus negociados de Beneficencia, que habían sido creados con la ley para el Gobierno y Administración de las Provincias de 21 de octubre de 1866. Además, a partir de 1886 los negociados de beneficencia asumen también casi todas las funciones de las juntas administrativas de los propios centros benéficos y hospitalarios. De esta forma, los hospitales Central (o de las Cinco Llagas, incluyendo el departamento de dementes que daría origen al Manicomio de Miraflores), de San Lázaro y del Cristo de los Dolores (del Pozo santo), la Casa Cuna y el Hospicio se convierten en centros dependientes de la Diputación Provincial de Sevilla y gestionados por ella hasta el último tercio del s. XX.

El tercer grupo de competencias iniciales más característico es sin duda el relativo a obras públicas provinciales, con un destacado protagonismo en la construcción y conservación de caminos vecinales y carreteras, de edificios estatales en la provincia, como gobiernos civiles, audiencias, tribunales de menores, prisiones, institutos de enseñanza, escuelas de magisterio, de bellas artes?

Entre 1812 y 1845 se detecta también una interesante actividad en torno al fomento agropecuario, industrial y comercial que se materializa en la creación de juntas provinciales de agricultura, repoblaciones forestales, extinción de plagas, colaboración con las obras de tendido de líneas férreas, por ejemplo.

La Constitución de 1869 dota a las diputaciones de poder político con autonomía propia para la consecución de sus fines. A fines del s. XIX se potencian sus funciones de órgano superior jerárquico de los ayuntamientos y quedarán constituidas como auténtico órgano de la administración local a partir del Estatuto Provincial de 1925, concepto básico de diputación que, con las modificaciones que hasta hoy han ido introduciendo las legislaciones sucesivas, ha llegado hasta nuestros días.

A partir de 1955, con el respaldo a las nuevas formas de gestión de los servicios públicos que implica la promulgación del Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales (dto. de 17/06/1955), pero singularmente desde mediados de la década de los ochenta del pasado siglo, empiezan a proliferar en la órbita institucional de la Diputación, con diferentes grados de vinculación en función de su naturaleza jurídica, todo tipo de organismos autónomos, fundaciones, patronatos, empresas públicas, sociedades privadas provinciales, empresas mixtas, etc... creados para la gestión directa o indirecta de servicios determinados de forma especializada (educación, cultura, deportes, promoción económica, turismo, informática, recaudación...) que se multiplican singularmente desde mediados de la década de los años ochenta del pasado siglo. Se trata en cualquier caso de centros y entidades creados para la gestión de servicios de competencia provincial y cuyos documentos constituyen una parte integrante del fondo documental de la Diputación, plenamente asignable a su esquema de clasificación orgánico-funcional. Son los casos de...

  • Caja Provincial de Ahorros de la Diputación de Sevilla
  • Organismo Provincial de Asesoramiento Económico y Fiscal (OPAEF)
  • Sevilla Activa
  • Fundaciones / Patronatos: Luís Cernuda, Manuel Giménez Fernández, Patronato Provincial de Inversión Rural (PIR), de Acción Territorial y Urbanismo, de Gestión Tributaria y Recaudación, de Asistencia a la Tercera Edad de Marchena, de Promoción y Asesoramiento Económico, de Cultura...
  • Granja Escuela de Agricultura
  • Casa de la Provincia
  • Prodetur, Inpro y otros muchos entes públicos de diferentes características que han ido apareciendo y sucediéndose lo largo del tiempo

Por el contrario, otros documentos son el resultado de la participación de la Diputación en órganos administrativos o entidades interinstitucionales y tienen unas características plenamente diferenciables de las del fondo de la institución (Junta Provincial del Censo Electoral, Comisión Provincial Mixta de Reclutamiento, Delegación Interprovincial del Instituto de Estudios de la Administración Local (IEAL), Mancomunidad de Municipios del Aljarafe, Mancomunidad de Abastecimiento de Aguas del Huesna, Incineradora de Residuos con aprovechamiento energético (INRAESA), constituyendo fondos propios que por distintas razones han acabado conservándose en este Archivo.

Delegación Interprovincial del Instituto de Estudios de Administración Local (Sevilla)

  • ES.41063.ADPSE.AUT0014
  • Entidad colectiva

El Instituto de Estudios de Administración Local se creó por Ley de 6 de septiembre de 1940 (Reglamento 24 de Junio de 1941) como órgano nacional confines de investigación, estudio, información y difusión de las materias de administración local, la selección, formación y perfeccionamiento de funcionarios de las entidades locales y territoriales y el acopio y sistematización de los elementos materiales propios para la realización de dichos fines (art. 1 de la Ley 42/1967, de 28 de junio, y artículo 2 de la Ley de 6 de septiembre de 1940).Era una entidad de derecho público, dotada de personalidad y capacidad jurídica y patrimonio propios, que actuaba con plena autonomía funcional para el cumplimiento de sus fines. Se adscribió orgánicamente al Ministerio de Administración Territorial (arts. 120 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, y 1 de la Orden del Ministerio de Administración Territorial de 24 de enero de 1985).De otra, en 1958, se crea el Centro de Formación y Perfeccionamiento de Funcionarios (después denominado Instituto Nacional de administración Publica)Por R. D. 1437/87, de 25 de noviembre se refunden ambos organismos, dando lugar al actual INAP.Actualmente el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) es un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, a través de la Dirección General de la Función Pública.

Concejo / Ayuntamiento de San Nicolás del Puerto

  • ES.41287.AUT0060
  • Entidad colectiva
  • 1753

Los primeros asentamientos humanos en estas tierras se remontan a los lejanos tiempos de los celtas, que se establecen en un lugar denominado Iporci. Los romanos también dejan su impronta, existiendo numerosos restos que así lo atestiguan, el más importante de los cuales es el puente de piedra sobre el río Galindón, reformado en la Edad Media. Según algunos autores, los romanos fundan sobre el mismo asentamiento anterior la ciudad de Fortuumade o Fortunales, enclavada en terrenos de alto valor estratégico. Otros expertos defienden la existencia en este lugar de la ciudad de Hiporcia, atravesada por la calzada romana que enlazaba Hispalis con Augusta Emerita. Tras el oscuro paso de los visigodos, los árabes son los artífices del progreso local gracias a la explotación de sus minas de plata. También construyen una gran fortaleza, cuyos restos (una de sus torres) aún permanecen en pie. La zona pasa a poder cristiano en el siglo XIII.

En 1594 formaba parte del reino de Sevilla en la Sierra Norte de Sevilla y contaba con 97 vecinos.

Es importante destacar Fray Diego de San Nicolás, santo para la Iglesia católica, más conocido como San Diego de Alcalá. Vistió el hábito franciscano, como hermano lego en la Orden de los Frailes Menores de la Observancia. Fue misionero en Canarias donde llegó a ocupar el puesto de guardián del convento. Fue canonizado por el papa Sixto V en 1588 en la única canonización realizada por la Iglesia católica durante el siglo XVI, ya a finales del mismo. Es considerado patrono de los Hermanos legos franciscanos (no clérigos) por haber sido el primer hermano lego canonizado en la Orden. Su celebración tiene lugar el 13 de noviembre.

Concejo / Ayuntamiento de Peñaflor

  • ES.41281.AUT0057
  • Entidad colectiva
  • 1660

Tras la conquista del valle del Guadalquivir por Fernando III a mediados del s. XIII, el monarca otorga ésta y otras villas a la orden de San Juan del Hospital de Jerusalén, en recompensa por su colaboración en la campaña. La orden repobló toda la zona durante la segunda mitad de dicha centuria.En el siglo XIV, Alfonso XI concedió a Luís Portocarrero el señorío de Hornachuelos, Peñaflor, Posadas y Santaella. Felipe IV vende estas tierras en el siglo XVII a Rodrigo Cañaveral y Cárdenas, quien la vendería a su vez a la marquesa de Almenara. Ësta la cede a Antonio Hiniestrosa, luego marqués de Peñaflor.En el siglo XIX, abolidos los señoríos, dependió jurídicamente de Palma del Río, incluyéndose en la provincia de Córdoba, hasta que en 1814 pasa a formar parte de la provincia de Sevilla.La Constitución de 1812 pone fin al sistema concejil y da paso al Ayuntamiento Constitucional, aunque este cambio no será efectivo hasta la proclamación del Estatuto Real de 1834, tras el breve paréntesis iniciado en 1820 con el pronunciamiento de Riego. En el nuevo sistema, el único alcalde es elegido mediante sufragio directo y restringido.Su población oficial en la actualidad es de 3.930 hs.

Concejo / Ayuntamiento de La Puebla de los Infantes

  • ES.41257.AUT0044
  • Entidad colectiva
  • 1699

El Rey Alfonso X conquistó y repobló en 1255 la aldea de Cañebolo, a la que denomina Puebla, y la regala, junto a parte de sus tierras, al infante Don Enrique, por lo que pronto se conocería el lugar como dehesa de la Puebla del Infante, que derivó en el nombre actual.A partir de la Reconquista se tiene constancia del castillo, cuyas ruinas coronan hoy el pueblo. Tras el repartimiento de tierras, La Puebla de los Infantes pasa a depender de Constantina, hasta que en 1472, ante las constantes exigencias que ésta le imponía, los lugareños solicitaron a Sevilla que los apartasen de su jurisdicción.La Puebla sufrió entonces numerosos ataques del Marqués de Medinasidonia, asentado en Constantina, que pretendía asaltar el castillo para recuperar la aldea.En 1654, el rey Felipe IV entregó estas tierras en señorío a su consejero y camarista don Luis Ximénez de Góngora, al que nombró vizconde de La Puebla. Posteriormente, Felipe V elevó el título a marqués. El régimen de señorío subsiste hasta el siglo XIX.En este siglo, de acuerdo con las investigaciones de Paulino González, La Puebla recibe una fuerte inmigración, con motivo de la subasta de los terrenos eclesiásticos con la Desamortización de Mendizábal.

Concejo / Ayuntamiento de La Campana

  • ES.41254.AUT0042
  • Entidad colectiva
  • 1574

La localización actual del núcleo urbano data del año 1412, cuando el Rey concede a Micer Bartolomé de Bocanegra las tierras de La Campana, para que fundara una población de hasta cincuenta vecinos. En el año 1559, la propietaria de los terrenos, Doña Juana, Infanta de Castilla y princesa de Portugal, vendió el señorío de La Campana a Don Fadrique Enríquez de Ribera, pasando siglos más tarde, en el XIX, a manos del Ducado de Alba.

Concejo / Ayuntamiento de Guadalcanal

  • ES.41248.AUT.0038
  • Entidad colectiva
  • 1494

En 1241, Guadalcanal es reconquistada por los caballeros de la Orden de Santiago, quedando bajo su jurisdicción. Guadalcanal se convertiría, así, en un bastión fronterizo de primer orden frente a las pretensiones del concejo sevillano que controló la sierra norte sevillana. La villa fue incorporada, en materia eclesiástica, a la vicaría de Santa María de Tentudía, dependiente del Priorato de San Marcos de León.En la villa, el castillo de la Orden formaba parte del sistema murado, y fue llamado así por ser la morada de los Comendadores de la Orden de Santiago. Estaba situado en lo que actualmente son el Ayuntamiento y el paseo del Palacio.A mediados del siglo XVI se descubren yacimientos de plata, que fueron explotados por la Real Hacienda hasta agotar los filones en el siglo pasado. La principal de estas minas fue la de Pozo Rico. También fueron importantes los yacimientos de cobre, carbón, hierro y barita. De los siglos XVI y XVII tenemos noticias de un importante éxodo a Indias.Por estas fechas, no debemos olvidar la importancia que tuvo la ermita de la Virgen de Guaditoca como lugar de encuentro de una feria que duraba tres días. El santuario está situado en la encrucijada de la compleja red de caminos arrieros y cabañas ganaderas que comunicaban lo que hoy es Extremadura con Andalucía Occidental.En 1833, la división provincial encomendada a Javier de Burgos propicia la inclusión de Guadalcanal en la Provincia de Sevilla, tras haber dependido durante varios siglos, en lo civil y en lo eclesiástico, de Extremadura.A mediados del siglo pasado se segrega del término de Guadalcanal la aldea pedánea de Malcocinado, que ya como municipio independiente pasará a formar parte de la provincia de Badajoz.Aunque el siglo XIX es un siglo de crisis (crisis económica, tránsito de tropas por la localidad a las que el Municipio debía sostener, desamortización que tuvo como consecuencias, entre otras, la expropiación de la mayor parte de los terrenos que constituían sus propios, la desaparición de las cuatro comunidades de religiosas...), también se llevan a cabo una serie de importantes realizaciones: erección de las Casas Consistoriales sobre el solar del palacio de los comendadores de la Orden de Santiago, la ordenación de un espléndido paseo en lo que siempre se conoció por el ejido del Coso, la construcción del Cementerio municipal, la aportación municipal en el tendido y construcción de la línea de ferrocarril, etc.

Resultados 21 a 40 de 479