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Instituciones productoras de los documentos
Entidad colectiva

Hospital de San Cosme y San Damián y Real de Nuestra Señora del Pilar

  • ES.41063.ADPSE.AUT0007
  • Entidad colectiva
  • 1322/1851
  1. Hospital de los Inocentes:
    Su origen se remonta, según Collantes de Terán, a los días de la conquista de Sevilla por Fernando III, aunque otros estudios indican que se debe, en 1436, a Marcos Sánchez de Contreras, quien aparece como su administrador en la bula de Inocencio VIII de 1488 que aprueba su fundación. Ya en 1471 había obtenido un privilegio de Enrique IV. Estaba situado en un edificio de la calle Real, en la collación de San Marcos, lindando con el llamado "callejón de los locos" y con unos locales anejos al noviciado de los jesuítas de la iglesia de San Luís. Sin embargo, los datos sobre su funcionamiento real no aparecen hasta bien entrado el s. XVII, cuando hay noticias sobre su decadencia y estado de abandono. A finales de este siglo se reedifica el edificio y en 1696 se finaliza la obra de la iglesia. Carlos II aprueba sus constituciones en 1700 confiriéndole su patronato real. En 1794 se le agrega el Hospital Real de Nuestra Señora del Pilar.

Las necesidades de espacio llevaron a diversas ampliaciones que se realizaron hasta principios del s. XIX, pero desde entonces todas las noticias hablan de un estado calamitoso de las instalaciones, falta de recursos y amenazas de ruina. Con la centralización de los hospitales en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas en 1837 se incorpora a éste el Hospital de los Inocentes, concluyendo su trasvase en el año de 1841. El edificio de la collación de San Marcos pasaría a ser utilizado como sede del nuevo hospicio.

  1. Hospital Real de Nuestra Señora del Pilar: Aunque la creación del hospital está vinculada a la cofradía de Nuestra Señora del Pilar, fundada por el rey Alfonso X, aquella no se produciría hasta, probablemente, el año de 1317, coincidiendo con la estancia en Sevilla del infante don Pedro, regente de Alfonso XI, quien a petición de la cofradía asignó un solar próximo al Alcázar para su establecimiento.

Su objetivo era atender a los peregrinos enfermos que acudían a Sevilla a visitar una imagen de la virgen del Pilar que había sido llevada a la ciudad por los aragoneses participantes en su conquista y repoblación junto a Fernando III y Alfonso X.

El ingreso de la familia real en la cofradía atrajo a ella a muchos nobles que contribuyeron a su sostenimiento y la llevaron a un periodo de apogeo a mediados del s. XIV en el que la cofradía podía sostener permanentemente dos galeras para protección de las costas, sufragar el rescate de cristianos cautivos y atender a muchos enfermos en el hospital.

En el siglo XV decaen de las peregrinaciones, disminuye el interés de la corona y se llega a una situación de abandono en al que el hospital se convierte en un asilo de mutilados de guerra. Pero en 1475 los Reyes Católicos imponen al Concejo de Sevilla la aportación anual al hospital de 96.250 mrs. y 1000 varas de sayal con cargo a la alcabala del pan y las tasas del pescado exportado. Desde 1491 los reyes vuelven a hacer concesiones la hospital, entre ellas un corral del Alcázar contiguo al hospital. Así, a principios del s. XVI el hospital entró en una fase de reforma y ampliación apoyada por nuevas concesiones reales.

A pesar de todo, y a diferencia de otros establecimientos bajo patronato real, el hospital disponía de escasos bienes rústicos, aunque sí con un número de casas en la ciudad y extramuros que, junto con las rentas concedidas, le aportaron una cierta holgura económica, disminuyendo su dependencia de la obtención de limosnas o donaciones testamentarias, con lo que pudo mantener una prestación de servicios relativamente amplia y estable.

Las ordenanzas aprobadas por los Reyes Católicos en la real provisión de 27 de agosto de 1500 fijan el número de enfermos en trece, dando prioridad a los heridos o mutilados en actos de servicio a la corona, después a los enfermos de la Cofradía del Pilar, y en último lugar al resto de necesitados, descartando a mujeres, pícaros y enfermos contagiosos. También aluden a la existencia de un físico y un boticario, que se incrementan en las ordenanzas de 1526 (real provisión del rey Carlos I de 19 de octubre) con un médico, un cirujano y un barbero ayudados por dos "hospitaleros", un casero y unos oficiales.

La administración del hospital quedaba encomendada en ambas ordenanzas a la cofradía de Nuestra Señora del Pilar, para lo que anualmente elegiría entre sus miembros a un mayordomo o limosnero, aunque más adelante, ante ciertas denuncias por la mala administración, los reyes nombraron supervisores de los bienes y las cuentas del hospital a los priores del convento de San Pablo y a los alcaides del Alcázar, aunque la persistencia de las irregularidades llevaría a la aprobación por Carlos I de nuevas ordenanzas en 1526.

En 1794 se agrega al Hospital Real de los Inocentes, al que se adjudica la casa

Hospital de San Lázaro

  • ES.41063.ADPSE.AUT0008
  • Entidad colectiva
  • 1322/1878

Es el hospital más antiguo de la ciudad de Sevilla, cuyos orígenes sitúan algunos historiadores en los momentos de la conquista de Sevilla, cuando el rey Fernando III, para evitar la propagación de la lepra (elefantiásis o mal de san Lázaro) entre sus tropas, dispuso que se acogiese a los afectados en la torre de los Gausines (así denominada por sus constructores árabes, los hermanos Gausines), situada extramuros, al norte de Sevilla y cerca de la zona del actual barrio de la Macarena.

Una vez conquistada la ciudad, Alfonso X dispone establecer una casa de la orden de San Lázaro, para albergar los "grafos, plagados y malatos" del arzobispado y del obispado de Cádiz, otorgándole bienes y privilegios que los sucesivos monarcas irían ampliando, a los que se sumarían concesiones especiales de la santa sede.

Las primeras referencias de una edificación hospitalaria es una provisión del rey Alfonso XI de 1334 sobre los enfermos de este sitio, recogida en traslado de fecha 1574 que cita otras disposiciones de Alfonso X, Sancho IV (1284) y Fernando IV (1302). Este documento se refiere en repetidas ocasiones a la "Casa de San Lázaro" como lugar de residencia de los enfermos de lepra.

En el año 1393 se redactan las primeras reglas del Hospital de San Lázaro, de las que tenemos conocimiento a través de una copia de 1494. En ellas se indica que los enfermos residían en edificaciones dispersas denominadas "casas", que les eran entregadas al ingresar y debían ser conservadas por los propios enfermos. Es de suponer que consecuentemente al uso hospitalario, entendido desde una perspectiva medieval, el hospital siempre habría contado con iglesia o al menos capilla, lo cual se desprende de una de las bulas papales con las que contaba el hospital. La bula concedida en 1479 otorgaba potestad de celebración de los "divinos oficios".

El ordenamiento que regía la fundación establecía la representación del poder real en la figura de un mayoral o administrador, llamado "mampastor", cuya actuación podía verse condicionada por el parecer de los propios enfermos, representados en un cabildo por dos asesores residentes en el propio establecimiento. Había cien bacinadores o demandantes de limosnas en los cien pueblos que contribuían al sostenimiento del hospital. Los cargos solían ser desempeñados por nobles.

El Hospital de San Lázaro se encontraba cerca del Cementerio de San Fernando. El domingo siguiente a la festividad de san Lázaro podían salir los enfermos por el camino que conducía a la ciudad para pedir limosnas.

También existía la costumbre de que cada día pasasen cuatro enfermos a la ciudad a pedir limosnas, cada uno en un caballo, haciendo sonar unas tablillas para anunciar su presencia, pues les estaba prohibido hablar.

Por real orden de 1848 se consideró al lazareto sevillano como un establecimiento benéfico de carácter provincial. En 1854, el mayoral mampastor José Picavea de Lesaca, designado por el rey a través del Consejo de Castilla como principal administrador del lazareto, entregaba los caudales existentes en el mismo a la hospitalidad provincial.

Por la Ley General de Beneficencia de 20 de junio de 1849 desaparecía el patronato real. Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl iniciaron su cooperación en 1864, algo más tarde que en los otros establecimientos sevillanos. José María Ibarra, director del hospital gestionó su completa reforma, con la construcción de galerías, salas de descanso, refectorio de mujeres y varias oficinas cuyas obras fueron costeadas por sus hijos en cumplimiento de su testamento.

El personal estaba formado por un médico, un topiquero, varios enfermeros, un capellán y un sacristán. A partir de 1886, el personal administrativo se integra con el de la secretaría de la Diputación Provincial de Sevilla.

En 1972, tras el cierre del Hospital Central, la Diputación transforma al de San Lázaro en un hospital provincial de carácter general, superando su tradicional especialización de forma provisional hasta que se pusiera en funcionamiento el Hospital de Valme, sin embargo, al cederse éste al Instituto Nacional de Previsión, el de San Lázaro se convertiría en el Hospital Provincial Médico Quirúrgico destinado a la atención de enfermos sin recursos, registrados en los padrones municipales de beneficencia y casos similares. Con la ley de integración de los servicios sanitarios de las diputaciones andaluzas en el Servicio Andaluz de Salud pasó a convertirse en 1991 en un nuevo hospital general de la Seguridad Social dependiente de la Junta de Andalucía

Casa Cuna

  • ES.41063.ADPSE.AUT0009
  • Entidad colectiva
  • 1558/1973.1984

En 1558 se crea en Sevilla, convocada en la Santa Iglesia Mayor, la Hermandad del Patriarca San José y de Nuestra Señora del Amparo. Sus fundadores fueron el arzobispo de Sevilla Fernando Valdés y el vicario general Juan de Obando, con la finalidad de recoger a los recién nacidos abandonados en la ciudad. En 1590, al unirse la hermandad a la Cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús, establecida en el convento de San Pablo, pasaría a ser regida por el Cabildo de la Catedral. En 1627, por iniciativa del cardenal Diego de Guzmán, se realizaron grandes reformas en su funcionamiento. La congregación primitiva se transforma en una junta, de la que formaban personalidades eclesiásticas y civiles, instituyéndose como protectores y presidentes de la misma a quien estuviese al frente de la diócesis. La nueva junta proporcionó una casas en la calle Federico de Castro, aunque el centro ocuparía distintas sedes hasta que se ubicó en la calle Cuna. Los niños eran depositados en el "torno", entregados "en mano" o bien, cuando se habían recogido en pueblos o en hospitales, trasladados desde ellos con su certificado de bautismo.

Durante los siglos XVIII y comienzos del XIX la institución atravesó momentos de gran precariedad, pero en este siglo la asistencia a los necesitados se seculariza pasando a la Junta Municipal de Beneficencia. En este nuevo contexto desparecía en 1837 la junta de doce vocales, sustituida el 8 de abril de 1838 por una Junta de Señoras Protectoras Conservadoras de los niños expósitos, fundada por el gobernador Serafín Estébanez Calderón con la Diputación, el Ayuntamiento y la Junta Municipal de Beneficencia. Esta junta de señoras estaba integrada por un grupo nobiliario, que procuraba recursos para mejorar y organizar la casa. Posteriormente se atribuyó a la Junta Provincial de Beneficencia la administración de la casa y se dejó a la sociedad de señoras la misión protectora de los niños expósitos y de la fundación. Así pues, aquéllas cuidaban de que las nodrizas lactaran a los niños por sí mismas, aconsejaban sobre la higiene de los niños y problemas de lactancia. Desde diciembre de 1838 se hacen cargo del régimen interno del establecimiento una primera fundación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl compuesta por cinco hermanas siendo su superiora sor Francisca Ustariez. Una real orden de 3 de abril de 1846 prevee la creación de "hijuelas" dependientes de la casa provincial y otra de 1848, circular de 3 de abril, establecía la Casa de Expósitos como centro benéfico provincial junto al Hospital de San Lázaro y el Hospicio y por la Ley de Beneficencia de 20 de junio de 1849 y su reglamento de 14 de mayo de 1852 se crearon las hijuelas en las cabezas de los partidos judiciales de Utrera, Carmona, Écija, Morón, Cazalla y Osuna. La referida ley de 1849 privaba a las señoras de la mayor parte de sus atribuciones, quedando como la mas importante el cuidado de los niños externos que las señoras nombradas al efecto seguirían atendiendo por parroquias. Por real decreto de 6 de julio de 1853 se instituyó al frente de la casa central una junta administrativa nombrada por la Diputación Provincial, compuesta por un director, un secretario contador y un depositario. Los expresados cargos eran desempeñados gratuitamente por personas caritativas y de buena posición social. El director sería el jefe del establecimiento y el supervisor de la sociedad de señoras. Desde 1855 con la ley de desamortización de ese año y hasta 1859 se pusieron en venta las fincas que poseía la Casa de Expósitos tanto en Sevilla como en los pueblos.

El decreto de 17 de septiembre de 1868 suprime las juntas de beneficencia y la Ley Provincial de 20 de agosto de 1870 reasume las competencias de beneficencia a favor de las diputaciones provinciales, pasando a depender la Casa de Expósitos de la Diputación Provincial de Sevilla. El servicio del establecimiento siguió confiado a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Asimismo formaban parte del personal las nodrizas internas, las amas externas de lactancia y las externas de destete. Desde 1886 la Diputación Provincial se encargaría de la administración directa de los establecimientos benéficos. Las antiguas juntas encargadas del gobierno de las instituciones continuarían, pero sólo con el carácter de juntas directivas. El presidente y vicepresidente de la junta de gobierno habrían de ser diputados provinciales. El personal de oficinas quedaba refundido con el de la secretaría de la Diputación. La casa acogería a niños abandonados, hijos de madres solteras, de casadas fruto de relación extramatrimonial, de viudas pobres, de viudos con hijos recién nacidos, de matrimonios sin recursos, madres sin suficiente leche para criar o que por necesidades de trabajo no pudieran atenderles. Los niños expósitos eran asistidos en la casa central y en sus seis hijuelas desde el día de su ingreso hasta que cumplían la edad de seis años, que pasaban al Hospicio. En 1913 la Junta de Señoras Protectoras y Conservadoras de Niños Expósitos de Sevilla promueve la construcción de un nuevo edificio en unos terrenos de la Huerta de San Jorge, cedidos a tal efecto en tal año por su presidenta Regla Manjón Mergelina, condesa de Lebrija, en los que el arquitecto Antonio Gómez Millán contruirá en 1914 un magnífico ejemplo del estilo regionalista. A la bendición de la capilla en 1924 asistieron el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. Hay que destacar el impulso del pediatra José González-Meneses Jiménez, director de la casa en 1919. Desde 1938 hasta 1989 la congregación responsable y encargada del cuidado de esta residencia eran las Hermanas de la Caridad.

Entre los años 1971 a 1987, impulsada por su director, el pediatra Ignacio Gómez de Terreros, la actividad del centro se orienta prioritariamente a la promoción de las adopciones. La institución terminará desapareciendo como tal en 1987 y siendo sustituida por la labor de los Servicios de Atención a la Infancia de la Diputación Provincial en colaboración con la Junta de Andalucía. El edificio que fuera su sede fue cedido en mayo de 1990 por la Diputación de Sevilla a la Fundación San Telmo, institución independiente sin ánimo de lucro para el desarrollo económico y empresarial del sur de España.

Hospital de Nuestra Señora del Buen Suceso

  • ES.41063.ADPSE.AUT0011
  • Entidad colectiva
  • 1609/1850

Su origen se debe a la congregación de los obregones (Mínima Congregación de Hermanos Enfermeros Pobres, fundada en Madrid en 1567), que en 1635 solicita al Concejo de Sevilla licencia, concedida por éste en 1637, para la fundación de un hospital en el que recoger a los enfermos pobres dados de alta en otros hospitales. Para contribuir a su sostenimiento se le unió, al fundarse, la cofradía de Nuestra Señora del Buen Suceso, estableciéndose el hospital en la en la Plaza del Buen Suceso, collación de San Pedro, y quedando bajo jurisdicción pontificia a través de los prelados de Sevilla. La exclaustración de religiosos de 1835 afectó a la congregación de los obregones, incautándose el edificio para destinarse a viviendas

Hospicio Provincial

  • ES.41063.ADPSE.AUT0012
  • Entidad colectiva
  • 1561/1973

Los orígenes y antecedentes del Hospicio se remontan al año de 1450 en que se establece con cargo a los bienes de propios de la ciudad la institución denominada Niños de la Doctrina. Más tarde, en 1619, la madre Luisa de San Antonio consiguió que pudiera fundarse lo que se llamó El Beaterio, que ampliaba sus objetivos incluyendo la enseñanza de las niñas pobres y a las jóvenes de más de 12 años. Para el caso de la atención a la educación de varones jóvenes pobres surgiría en 1725 la institución creada por Toribio Velasco, que sería conocida con el nombre de 'los Niños Toribios', en memoria de su fundador. Faltaba atender la protección hacia los ancianos pobres, por lo que para este fin se estableció en 1831 frente al Convento de Madre de Dios una casa benéfica para ancianos pobres y niños de ambos sexos que surgió de la iniciativa oficial que inauguró el Asistente de Sevilla José Manuel de Arjona. Para sostenimiento del Hospicio se utilizaron las rentas acumuladas de varios patronatos de legos que habían sido suspendidos por los mandatos reales de 1790 y 1793, que se volverían a rehabilitar en 1812, cuando Juan Eloy Soret dejó en testamento todos sus bienes y rentas para la creación de otro establecimiento benéfico, que se fundó con el nombre de Hospicio.Ante la semejanza de finalidad entre estas instituciones citadas se pensó en reunir las cuatro primeras fundaciones bajo una misma dirección para facilitar su gestión y sostenimiento, de forma que en 1840 se fusionan y trasladan al local que ocupaba el Hospicio, en la anterior sede del hospital de los Inocentes en la collación de San Marcos, donde quedaron centralizados bajo este nombre y al cuidado administrativo de la junta local de beneficencia.Algunos años más tarde varió su ubicación encontrándose en el monasterio de San Jerónimo de Buenavista, extramuros de la ciudad, por lo que el gobernador civil decidió trasladarlo a la población. Para ello el hospicio de hombres pasó al exconvento que fue de San Luis (de la Compañía de Jesús) y el de las mujeres quedaba en el de Santa Isabel (por no tener cabida todos en un mismo establecimiento). No obstante, ambos hospicios se unían en un mismo edificio en la calle de San Luís en junio de 1864. Por la ley de 1849 y el reglamento de 1852 se nombró una junta para el gobierno y dirección del establecimiento.En el Hospicio Provincial se proporcionaba recogimiento y refugio a los expósitos mayores de seis años y a todos los demás pobres, de ambos sexos, de la provincia, incluidos entre los lisiados, cojos, mancos, ciegos y otros que, no estando absolutamente impedidos, podían prestar alguna utilidad en los trabajos del establecimiento.Fue voluntad del fundador que se diese a los acogidos aprendizaje de oficios útiles, especialmente los de elaboración de lienzos y calzados. De la fabricación de lienzos se prescindió al reconocer que el manejo de los telares suponía un esfuerzo superior a las facultades físicas de los acogidos. En cambio, se amplió el número de enseñanzas artesanas. En 1873, la Diputación Provincial creó un colegio anexo para sordomudos, el Colegio Provincial de Sordomudos y Ciegos.Los acogidos podían permanecer en el establecimiento hasta que eran llamados al servicio militar. Las acogidas salían cuando encontraban colocación adecuada o las reclamaban sus familias. Al igual que en otros establecimientos benéficos el personal administrativo de oficinas quedaba refundido en el de la secretaría de la Diputación Provincial desde el año 1886.Desde 1938 los alumnos ciegos sería acogidos en el centro de la O.N.C.E, quedando en el Colegio Provincial solo los sordomudos. Los centros educativos provinciales 'Blanco White' (alumnos) y 'Pino Montano'(alumnas) heredarían las funciones educativas del antiguo Hospicio en 1969 y 1973 respectivamente. En 1972 fueron también trasladados los sordomudos, según su sexo, a estos centros, dado el lamentable estado del edificio de su Colegio Provincial.Después de 1997 se incorporó al fondo un importante volumen documental procedente de los centros de Pino Montano y Blanco White

Delegación Interprovincial del Instituto de Estudios de Administración Local (Sevilla)

  • ES.41063.ADPSE.AUT0014
  • Entidad colectiva

El Instituto de Estudios de Administración Local se creó por Ley de 6 de septiembre de 1940 (Reglamento 24 de Junio de 1941) como órgano nacional confines de investigación, estudio, información y difusión de las materias de administración local, la selección, formación y perfeccionamiento de funcionarios de las entidades locales y territoriales y el acopio y sistematización de los elementos materiales propios para la realización de dichos fines (art. 1 de la Ley 42/1967, de 28 de junio, y artículo 2 de la Ley de 6 de septiembre de 1940).Era una entidad de derecho público, dotada de personalidad y capacidad jurídica y patrimonio propios, que actuaba con plena autonomía funcional para el cumplimiento de sus fines. Se adscribió orgánicamente al Ministerio de Administración Territorial (arts. 120 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, y 1 de la Orden del Ministerio de Administración Territorial de 24 de enero de 1985).De otra, en 1958, se crea el Centro de Formación y Perfeccionamiento de Funcionarios (después denominado Instituto Nacional de administración Publica)Por R. D. 1437/87, de 25 de noviembre se refunden ambos organismos, dando lugar al actual INAP.Actualmente el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) es un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, a través de la Dirección General de la Función Pública.

Hospital de San Cosme y San Damián

  • ES.41063.ADPSE.AUT0006
  • Entidad colectiva
  • 1314/1841

Se funda en el siglo XIV, tras la epidemia de peste de 1383, cundo los médicos y cirujanos de Sevilla fundaron una hermandad en el Hospital de San Nicolás. En 1387, trasladado ya al Hospital de San Salvador y administrado por la cofradía de la Misericordia, el cabildo de Sevilla, a petición de los cofrades, acoge bajo su patronazgo al hospital y a cargo de los médicos y cirujanos de la ciudad, quienes lo ponen bajo la advocación de san Cosme y san Damián. En 1390 la cofradía cede los bienes y posesiones del hospital al cabildo de Sevilla en tanto patrono del centro, el cual aprueba también las primeras ordenanzas del hospital.

Con la "epidemia de bubas" que recorre el país entre 1493 y 1497 afectando especialmente a la ciudad de Sevilla, el cabildo destina el hospital a la atención de los enfermos afectados por el mal. El aumento de enfermos lleva a adquirir unas casas en frente a la colegiata de San Salvador para ampliación de las instalaciones y en 1503 le otorga el cabildo a los mismos efectos una parte de la calle Cayteros.

En 1573 se traslada a la calle Santiago, al edificio antes ocupado por el Hospital de las Cinco Llagas, comunicado con el Hospital de San Hermenegildo (o "del Cardenal") y con salida a la calle Santiago. El edificio del Salvador sería ocupado en 1574 por el Hospital de Nuestra Señora de la Paz, que tenía por antecedente el de la Cruz (de las tablas) ubicado en el solar de la futura Casa Lonja.

Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla (Coleccionista)

  • ES.41063.ADPSE.AUT0017
  • Entidad colectiva
  • 1947-

Además de los fondos documentales que gestiona el Archivo de la Diputación de Sevilla, se incluyen también entre sus documentos diversas secciones especiales en las que el Archivo ha ido recopilando, dadas sus especiales características de soporte, formato u otras, que requieren unas, a su vez, especiales condiciones de conservación e instalación, por lo que han sido extraídos de sus unidades de instalación originarias e instalados en muebles especiales (planeros horizontales, armarios, estanterías adaptadas...) salvando siempre en las descripciones archivísticas la información sobre su contexto original, su relación con los documentos a los que se hallaban originalmente vinculados. Se trata de colecciones como la de "Pergaminos" pertenecientes a los diferentes fondos de hospitales y centros benéficos sevillanos, la de "Mapas, planos y dibujos", la de "Fotografías", de "Soportes especiales" (cintas y discos magneto-ópticos, microfilms...) o la "Miscelánea" de documentos muy variados cuya procedencia concreta ha sido imposible de determinar

Ayuntamiento de Valencina de la Concepción

  • Entidad colectiva

En 1987, por el Plan de organización y descripción de Archivos Municipales de la Diputación Provincial de Sevilla, tuvo lugar la primera organización del fondo, llevada a cabo por Agustín Pinto Pabón y Mª Pilar Romero Domínguez, quedando ubicado el Archivo Municipal en la planta baja del mismo edificio sede del Ayuntamiento (Plaza Nuestra Señora de La Estrella, nº 1).En 1992, tras las obras de remodelación del Ayuntamiento, se trasladó a un depósito instalado en la primera planta de la Casa de Cultura, en Plaza de España, nº 9. El Pleno del Ayuntamiento aprobó el 16 de enero de 2002 unas 'Normas de funcionamiento del Archivo Municipal' por las que se consolida su adhesión al Plan de organización de Archivos Municipales de la Diputación Provincial de Sevilla. A partir de los nuevos trabajos de incorporación y organización de documentos emprendios entonces, se habilitó un segundo depósito, instalado, de forma poco recomendable, en la primera planta del Ayuntamiento. Hubo que esperar hasta el año 2006, año en que, tras unas obras de reforma de las instalaciones del edificio, se trasladó este segundo depósito a la planta baja. Mejor ubicación para el sistema de estanterías compactas con que está equipado, aunque aún con escasas disponibilidades de espacio.Con fecha 16 de junio de 2010 la Diputación de Sevilla y el Ayuntamiento de Valencina suscribieron un convenio de colaboración para la gestión de los archivos municipales de Ayuntamiento de municipios de menos de 10.000 habitantes.

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